Este es uno de los temas que más inquieta a la familia de Jaime Garzón, pues al no ser declarado el crimen como de lesa humanidad podría prescribir el próximo año cuando se cumplan 20 años del asesinato del periodista.
“Mi preocupación es que en un año digan que eso no era de lesa humanidad y que prescribe. Entonces, hasta ahí llegó, y ya, conténtense con eso”, dijo Marisol Garzón, hermana de la víctima, en rueda de prensa que recogió Canal Capital.
Una segunda inquietud que surgió, según la mujer, es que a José Miguel Narváez lo hayan puesto como “chivo expiatorio” para desviar la investigación y alejarla de los verdaderos culpables.
“Nos preocupa porque detrás (del crimen de Garzón) también hay mucha más gente. Hay muchos más poderosos, militares, que no han sido investigados y que se está quedando en uno (Narváez)”, advirtió Marisol.
La otra preocupación de la familia Garzón tiene que ver con los beneficios otorgados a Narváez en su centro de reclusión.
“No es normal que el señor esté en una guarnición militar, y no en una cárcel. Tenemos conocimiento de que el señor sale a visitar a su familia y va al centro a hacer diligencias. Tan querido”, declaró la hermana de la víctima en diálogo con W Radio.
A raíz de estas inquietudes el abogado que representa a la familia, Sebastián Escobar, apelará la condena y pedirá al Tribunal Superior de Bogotá que revise la decisión del juez de no haber declarado el crimen de lesa humanidad, como ya lo había hecho, en su momento, la Fiscalía General, agrega El Espectador.
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