El feminicidio de la joven Katherine Gómez, que se convirtió en noticia internacional por la crueldad de los hechos, implicó a tres naciones y un pedido de extradición que amenaza con tensionar las relaciones diplomáticas de la Casa de Nariño.

El homicidio ocurrió el pasado 18 de marzo cuando apenas comenzaba a anochecer en un parque famoso del centro de Lima, Perú, conocido como el Dos de Mayo. Ese día, Katherine caminaba por una calle aledaña cuando fue alcanzada por un hombre que la atacó. Tras 6 días de hospitalización y quemaduras crónicas en el 60 % de su cuerpo, la joven que apenas tenía 18 años de edad murió en el hospital Arzobispo Loayza de la capital peruana.

El presunto asesino, que confesó su delito tras el vasto material probatorio, es Sergio Tarache, un hombre venezolano de 19 años de edad que sostenía un vínculo amoroso con Katherine y que emprendió la acción violenta luego de que ella decidiera terminar con la relación.

Pero el martirio de la familia Goméz no terminó ahí, pues Tarache huyó hacia Colombia y se escondió en este país hasta el pasado 12 de abril, cuando fue capturado por la Policía Nacional casi un mes después del ataque.

Desde ese día, la justicia peruana y la familia de la víctima iniciaron una batalla jurídica transnacional que parece enredar aún más el caso.

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Tan pronto como se supo que Tarache estaba en territorio colombiano, las autoridades peruanas emitieron una circular roja que permitió la captura inmediata del confeso asesino. Pese a eso, el hombre quedó en un limbo jurídico que, hoy por hoy, lo tiene recluido en el pabellón de extraditables de La Picota, una cárcel de máxima seguridad en Bogotá.

Para empezar, Colombia tenía un plazo de una semana para expulsar al ciudadano venezolano hacia su país o hacia Perú, donde el Gobierno y la Fiscalía lo solicitaban con premura por tratarse de un caso mediático que le ha dado la vuelta al continente.

Pese a eso, el Gobierno de Gustavo Petro no aceleró los trámites y el plazo para expulsarlo se venció este martes, una demora que obliga a Colombia a enviarlo a Perú bajo la figura de extradición: un proceso más complejo que podría tardar más de un año.

Así las cosas, algunos han interpretado que la demora para enviar a Sergio Tarache se debe al deterioro de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Perú tras la salida del entonces presidente Pedro Castillo.

Tras su destitución como jefe de Estado, Petro tachó las actuaciones como un “golpe de Estado” y generó que el vecino país retirara a su embajadora en Colombia.

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Con todo eso, la oposición ha señalado a la Casa de Nariño de ejercer presión diplomática a través de un grave feminicidio que, hasta la fecha, está en los medios y cadenas más importantes del mundo como la BBC y El País de España.

Por ahora, los peruanos han realizado plantones y “firmatones” dirigidos hacia Colombia para que agilice los trámites de envío. Si las cosas siguen como van, Tarache podría estar aún en territorio nacional para finales de año. .