Bogotá cuenta con un espacio de información muy completo donde la ciudadanía, residentes y extranjeros pueden consultar la información que les interesa sobre Bogotá, su historia, sus localidades, la gestión y principales noticias de la Administración Distrital.
El evento ‘Tríptico - Día de la Diversidad Étnica y Cultural’, presentado por los Escenarios Móviles del Instituto Distrital de las Artes (Idartes) en Bogotá, es una propuesta que se concentra en la valoración de las raíces multiculturales que coexisten en Colombia. Programado para el 11 de octubre de 2025 y con entrada libre, se desarrollará en la Plazoleta Divino Niño del tradicional barrio 20 de Julio, un espacio cargado de historia que refuerza su enfoque de apertura y accesibilidad. Según información suministrada por Idartes, la actividad no se limita al entretenimiento; busca articular tradición, memoria y modernidad a través de la música, la danza y la oralidad, enmarcándose en la misión institucional de expandir la participación cultural y conectar a los ciudadanos con sus herencias.
La puesta en escena estará a cargo de tres agrupaciones que materializan la diversidad cultural colombiana. En primer lugar, ‘La Esencia del Llano’, liderada por la cantautora Astrid Carolina, rescata y revitaliza prácticas como el canto de ordeño y el joropo, que investigaciones del Departamento de Música de la Universidad Nacional de Colombia reconocen como expresiones vitales en la identidad llanera y patrimonio intangible de la nación. Desde la región andina, el grupo ‘Moque’ se adentra en el territorio de las músicas indígenas y ancestrales, promoviendo una resignificación contemporánea de estas sonoridades en concordancia con estudios del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH). A su vez, el colectivo afrocaribeño ‘Natikumbatá’ aporta una imponente dimensión ritual vinculada a la memoria y resistencia afrodescendiente, una comunidad que representa el 10.6% de la población colombiana según cifras del DANE, censo 2018.
Más allá de la expresión artística, estos proyectos transmiten mensajes de resiliencia y memoria, fundamentales en el proceso de visibilización de comunidades históricamente marginadas. El evento se enmarca en la política cultural distrital, que, según el Ministerio de Cultura, fortalece acciones orientadas hacia la equidad y la inclusión. La elección del barrio 20 de Julio como escenario responde a la búsqueda de resignificar espacios emblemáticos que han sido testigos de luchas sociales y culturales, dotando al acontecimiento de mayor sentido comunitario y pertenencia.
La gratuidad del espectáculo y su realización en un espacio público subrayan la importancia de ampliar el acceso a manifestaciones culturales, especialmente en zonas donde, como lo indica el análisis de políticas públicas culturales de la Universidad de los Andes (2019), existen menos oportunidades para acceder a la cultura formal. En 2025, este tipo de eventos gratuitos ha crecido dentro de la agenda distrital, evidenciando una intención clara de democratizar el arte y la cultura en Bogotá.




Adicionalmente, ‘Tríptico’ no solo celebra la diversidad, sino que se suma a un movimiento nacional de revitalización de las múltiples voces de Colombia, honrando los aportes de cada colectivo a la identidad compartida. La programación involucra actividades paralelas y materiales que incentivan el diálogo intercultural, ampliando la experiencia y contribuyendo al fortalecimiento de la tolerancia y la cohesión social en el entorno urbano. Así, el evento actúa como un puente entre herencias y futuros posibles, reafirmando el rol transformador de la cultura en la sociedad.
¿Por qué es relevante celebrar la diversidad cultural en espacios públicos? La elección de escenarios abiertos, como la Plazoleta Divino Niño del barrio 20 de Julio, permite que personas de diferentes orígenes y edades accedan a expresiones artísticas que ponen en valor su historia y tradiciones. Esto fomenta un contacto directo entre las agrupaciones interculturales y el público, disminuyendo las barreras de acceso y promoviendo el sentido de pertenencia. Además, según el Ministerio de Cultura, los espacios públicos son fundamentales para la circulación y apropiación de las artes, ya que suelen convertirse en puntos de encuentro e intercambio social, esenciales para nutrir procesos de construcción colectiva de identidad y memoria.
En el marco de las políticas culturales, la celebración abierta de la diversidad contribuye al fortalecimiento de la democracia y la inclusión. Proyectos como los Escenarios Móviles de Idartes evidencian la prioridad otorgada a la descentralización de las artes y la participación comunitaria, elementos vitales para garantizar la igualdad en el acceso a los derechos culturales definidos en la legislación colombiana.
¿Qué implicaciones tiene la música tradicional en la preservación del patrimonio cultural colombiano? La música tradicional, como la interpretada por agrupaciones presentes en ‘Tríptico’, desempeña un papel clave en la transmisión de saberes, experiencias y valores de generación en generación. Estudios del Departamento de Música de la Universidad Nacional de Colombia resaltan que expresiones como el joropo y los cantos de ordeño configuran elementos de identidad y cohesión en sus territorios de origen. Así, la música actúa como un mecanismo de resistencia frente al olvido y la homogeneización cultural, protegiendo ecosistemas de significados locales fundamentales para la memoria colectiva.
La relevancia de estas expresiones musicales se fortalece cuando son resignificadas en la contemporaneidad, tal y como lo evidencia la propuesta de Moque, que vincula la sensibilidad acústica indígena con el presente. De esta forma, la música tradicional no solo mantiene vivas las raíces culturales, sino que también sirve como plataforma para nuevas formas de diálogo entre generaciones y comunidades, contribuyendo a mantener un tejido social diverso e incluyente.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO