El gobierno electo de Colombia transformará o suprimirá los Escuadrones Móviles Antidisturbios (Esmad) de la Policía, ante las violaciones de derechos humanos cometidas durante el control de las protestas de los últimos años, anunció este lunes el ministro designado de Defensa, Iván Velásquez.

“Lo que puedo asegurar es que se hará con la mayor responsabilidad, [ya] sea la supresión o la transformación del Esmad, pero siempre bajo una perspectiva […]: una fuerza que tiene que respetar absolutamente los derechos humanos y que no puede ver en los manifestantes al enemigo”, dijo Velásquez, en W Radio.

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Agregó que, en lugar de los actuales escuadrones, entraría a operar un nuevo cuerpo antidisturbios que, por principio, tendrá “que respetar la protesta”.

Con poco más de 5.000 efectivos, el Esmad es una fuerza especial creada hace dos décadas para controlar manifestaciones y multitudes. En los últimos años, ha sido duramente cuestionada por los abusos en la contención de las masivas protestas que enfrentó el gobierno saliente de Iván Duque (2018-2022).

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En un informe emitido a finales de 2021, la ONU denunció “graves violaciones” de derechos humanos por parte de agentes estatales en las manifestaciones de ese año. El organismo documentó la muerte de al menos 28 civiles a manos de la fuerza pública, así como detenciones arbitrarias y agresiones sexuales y de género.

A raíz de ello, recomendó al Estado colombiano llevar a cabo “una transformación profunda del Esmad”, un pedido que recogió en su campaña el mandatario electo de izquierda Gustavo Petro, que asumirá este 7 de agosto.

Asimismo, la administración entrante quiere que la Policía salga del ministerio de Defensa, teniendo en cuenta que es un cuerpo civil armado y no una fuerza militar, pese a que también combate a los grupos ilegales en el marco del prolongado conflicto interno en el país.

Al respecto, el futuro ministro de Defensa adelantó que la Policía pasaría a formar parte de un “ministerio especial” de paz, convivencia y seguridad.

Velásquez, un reputado investigador que presidió la comisión de la ONU contra la corrupción en Guatemala, anticipó que el proceso será gradual y bajo “una gran planeación”.