El oficial también señaló que están indagando posibles negligencias y los procesos que fallaron y que permitieron la compra de algunas piezas inservibles y otras que no se necesitaban, y que según la Contraloría habrían provocado un detrimento patrimonial por $ 1.334 millones de pesos.

La Fuerza Aérea también detalló que el contrato se suscribió el 3 de diciembre de 2014 con la empresa Aeroparts & Resources y recibieron los repuestos el 24 de julio de 2015.

En un comunicado, la FAC indicó que cuando se dieron cuenta del estado de las piezas reclamaron la garantía e instauraron una demanda contra la empresa contratista por el material.

La Contraloría abrirá un proceso de responsabilidad fiscal a la Agencia de Compras de la Fuerza Aérea por el presunto daño patrimonial que se generó. Según la entidad, esta investigación fue solicitada por la misma FAC, a través de su Segundo Comandante y Jefe de Estado Mayor, mayor general Luis Ignacio Barón Casas.

La institución militar adquirió tres trenes de aterrizaje que no eran aptos para el servicio porque estaban usados, pese a que se pagaron como nuevos, y además no corresponden al equipo que posee la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), que son aviones tipo Casa C-212-300, indicó el órgano de control.

El ente de control determinó que varias piezas que presentaban problemas como desgaste, corrosión, abolladuras y maquillado debieron ser cambiadas porque no eran aptas para reparar las aeronaves, y en su lugar fueron devueltas a mantenimiento.

Estas irregularidades habrían puesto en riesgo la integridad de los integrantes de la institución, pues según la Contraloría, al recibir lo repuestos el comandante de almacenes dio su visto bueno pero no deja constancia si se trata de los elementos solicitados ni el estado técnico en que se recibieron y tampoco se establece el supervisor del contrato.

Sumado al pago de elementos que no trajeron beneficios para ninguna aeronave de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), ese valor correspondería también al incumplimiento del contratista involucrado.

Entre tanto, “pese a que la FAC solicitó al contratista la ‘aceptación de garantía y cambio de los elementos lo más pronto posible’, éste en lugar de efectuar el cambio de los trenes de aterrizaje realizó una operación de Overhaul, es decir un mantenimiento de los elementos”, agregó la Contraloría.

Esa operación se habría acordado en una reunión entre el proveedor y el personal técnico de inspección de la FAC, de la que no existen actas. Eso evidencia, según el órgano de control, que “se modificaron las condiciones del contrato de manera irregular”.

Esas irregularidades desembocaron en un presunto daño al patrimonio estatal, “lo que trajo como consecuencia que en este momento dichos elementos se encuentren almacenados sin cumplir con la función para los que fueron adquiridos”, agregó la entidad.

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Vinculados a la investigación

El técnico aeronáutico que tenía a su cargo la inspección directa de los elementos recibidos y la verificación de las condiciones técnicas de viabilidad para el servicio, porque no solo cambió las condiciones del contrato pidiendo un mantenimiento, sino que le dio viabilidad de uso a los elementos usados.

También se investigará a la supervisora del contrato que suscribió la Agencia de Compras de la Fuerza Aérea, que no cumplió su labor de “seguimiento técnico, administrativo, financiero, contable y jurídico sobre el cumplimiento del objeto del mismo” y tampoco presentó informes de supervisión permitiendo el daño al erario público.

Por último, el Director de Procesos Logísticos responderá porque en su calidad de comandante del Escuadrón de Abastecimiento, dio el aval para utilizar la garantía técnica para un mantenimiento, cuando lo correcto era pedir el cambio de las piezas.