Un juez validó el preacuerdo suscrito entre la Fiscalía y Enrique Vives Caballero y lo condenó a siete años y seis meses de prisión domiciliaria por atropellar a siete jóvenes en el sector de Gaira, el 13 de septiembre de 2021.

El condenado, además, deberá pagar una multa de 36,66 salarios mínimos, debe pedir perdón por sus actos y reparar a las familias de los seis jóvenes que murieron en el accidente.

Asimismo, se estableció que tendrá una inhabilidad para el ejercicio funciones públicas por el mismo tiempo de la condena.

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La defensa del empresario desacreditó la pruebas de alcoholemia que le practicaron al momento del accidente. Según argumentó, no fue sometido a una prueba en Medicina Legal, requisito fundamental cuando un accidente deja víctimas mortales.

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La prueba clínico-forense sí se ordenó, pero 11 días después del accidente, cuando la Fiscalía se percató del descuido en el proceso. Ese espacio de tiempo dejó considerables dudas y fue la punta de lanza de la defensa de Vives.