La víctima, identificada como Natalia Valderrama, iba regresando a su hogar después de un duro día de trabajo y allí fue cuando sufrió el ataque que por fortuna no pasó a mayores, informó la emisora local La Voz del Pueblo. 

Me senté en la parte de atrás para salir más rápido; apenas me estaba acomodando y una mujer timbró, al bajarse dijo que no deberían dejar subir personas así, me echó alcohol y se bajó”, detalló en diálogo con ese medio.

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La mujer, que alcanzó a llegar a su casa con la visión afectada, se limpió los ojos y afortunadamente no sufrió mayores daños de salud, agregó la frecuencia Ondas de Ibagué. 

Estamos prestando un servicio a la comunidad. El amor por la gente es más grande que el miedo a un posible contagio. Es muy doloroso que nos discriminen por portar un uniforme; no entiendo cómo en el hospital nos quieren y en la calle nos odian”, reflexionó, en conversación con esa emisora de Ibagué. 

Lamentablemente este no es el primer caso de ataques a enfermeras ocurrido en las últimas semanas. El pasado 7 de mayo, una trabajadora de la salud en Bogotá sufrió una agresión cuando estaba en una estación de Transmilenio. 

Me pegaron una cachetada tan dura. Con la palma sentí que me pegaron en el oído y me caí”, contó la mujer a Noticias Caracol. También denunció que estando en el piso le escupieron y la insultaron.