El barrio Jordán II etapa se fundó en los años 60 en la comuna Nueve de Ibagué y es uno de los sectores con el mayor número de parques y espacios para la recreación y el deporte. Entre esos escenarios está el polideportivo 14 de octubre, que cuenta con cancha de grama sintética para la práctica de fútbol 11, en la cual entrenan cientos de niños de varios clubes de la Liga de Fútbol del Tolima.

Esta cancha siempre fue de arena, pero debido a los problemas respiratorios que le generaba a los deportistas y a la comunidad aledaña, en 2012 Jorge Martínez, quien se desempeñaba como presidente de la Junta de Acción Comunal, comenzó a gestionar junto con otros líderes los recursos para su remodelación, la cual incluía la instalación de grama sintética en la cancha de fútbol y la construcción de camerinos y baterías sanitarias.  

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La gestión dio frutos dos años después y para llevar a cabo la obra fue necesario suscribir el convenio Interadministrativo 761 de 2014, entre Coldeportes, el Municipio de Ibagué y el Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué (Imdri), a través del cual dichas entidades se comprometían a “aunar esfuerzos , técnicos administrativos y financieros” para la remodelación de la cancha. 

Fue así como el Imdri celebró con la Unión Temporal Cancha Sintética 2015, el contrato de obra pública No 256 del 14 de diciembre de 2015, cuyo objeto era la construcción e Instalación de la grama sintética del Polideportivo 14 de octubre de Ibagué, por mil 655 millones de pesos y uno de sus ítems comprendía la construcción de baterías sanitarias por $314 millones.

La obra quedó sin terminar debido a la falta de recursos. Actualmente está invadida por la maleza.

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Dificultades

El contrato tuvo dificultades desde el principio ya que a pesar de haberse suscrito a finales de 2015, solo hasta agosto de 2016 fue posible el inicio de obras, las cuales avanzaron hasta la instalación de la grama sintética debido a que el contratista requirió de más recursos para terminar los camerinos.

El jueves 15 de junio de 2017, la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo decidió entregar a la comunidad la grama sintética, que fue la única parte de la obra que el contratista terminó puesto que los camerinos quedaron inconclusos. Esta situación llevó a que la Contraloría General de la República fijará la mirada en esta construcción y realizará una visita fiscal y técnica al sitio de la obra en 2019.

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“Se trata de obra gris, no presenta funcionalidad y utilidad alguna y sin registros oficiales tales como actas parciales de obra con avance que indiquen el estado actual de las mismas o actas finales, y actividades o registros que determinen la continuidad de la obra, encontrándose el contrato suspendido desde el 20 de enero de 2017, por lo que adicionalmente las obras presentan deterioro general, como humedades en paredes, pisos y techos, rotura y exposición de tubos, material sin utilizar y basuras”, dice en el documento del 21 de febrero de 2020, por medio del cual la Contraloría le informa de la apertura de un proceso ordinario de responsabilidad fiscal a cinco personas, entre esas tres exfuncionarios, dos contratistas, así como a seis personas jurídicas que participaron del consorcio contratista.

A la fecha la obra continúa abandonada y es consumida por la maleza, la humedad y la basura.

En este lugar se tenía planeado adecuar dos camerinos y baterías sanitarias.

DATO 

El valor que se alcanzó a pagar por las obras de los camerinos que quedaron inconclusas fue de $125 millones.