En 2016, con el operativo que instauró la entonces administración de Enrique Peñalosa en el sector conocido como ‘El Bronx’ (Bogotá), el país se estremeció con la noticia del cocodrilo que vivía en un estanque en el centro de la ciudad.

El nombre de ‘Pepe’, el cocodrilo que usaba la banda de delincuentes, conocida como los ‘Sayayines’ para que se comieran a sus víctimas, se volvió noticia ante el descubrimiento.

(Vea también: [Video] ¿Qué llevan los almuerzos de $2.000 que venden en el centro de Bogotá?)

Con la extinción de dominio y demolición de uno de los sectores más peligrosos de la ciudad (conocido por la venta de drogas, prostitución, torturas y hasta casas de pique), la administración distrital encontró a ‘Pepe’, un cocodrilo que habría llegado desde los Estados Unidos.

Acá puede ver uno de los videos de la historia:

El que en un inicio se estableció como un mito, fue tomando relevancia hasta que se confirmó que el cocodrilo fue entregado a las autoridades.

Sin embargo, el destino del reptil ha sido muy comentado y publicado en redes sociales por los internautas, al punto de que aún se especula si su piel reposa en una zapatería en el barrio Restrepo o fue incinerado por las autoridades distritales de ambiente.

(Vea también: [Video] Ojo, así estafan en centro de Bogotá sin que se dé cuenta: casos se ven a diario)

El cocodrilo americano, que había llegado desde Miami en los años 90 a la hacienda de un narco costeño, según lo que contaba Shock, terminó en las calles de Bogotá, y se habría usado para que devorara a las víctimas de la banda criminal.

Según la Secretaría de Ambiente, el rescate se pensó, pero en cuanto las autoridades llegaron al lugar, el cocodrilo estaba muerto, presumiblemente por el consumo de carne humana en descomposición.

Pese a esto, las versiones se contrastan con los que eran tenedores del animal en el centro de la capital, pues aseguran que fue sacrificado para vender su piel para hacer zapatos.

Lee También

Esta es una de las muchas curiosidades en Colombia que siguen causando controversia en el país, porque, aunque se asegura que el animal fue incinerado, entre las leyendas populares se asegura que fue asesinado por agentes que lo encontraron y que ellos mismos vendieron el “cuero” a los fabricantes de calzado.