En el ejercicio participan funcionarios del Gobierno de Colombia y personal de las fuerzas militares de Estados Unidos.
Los participantes “perfeccionarán habilidades y competencias que permitirán mantener el más alto nivel de alistamiento no solo en el ámbito operacional de las tropas sino también en atención humanitaria”, dijo la Cancillería de Colombia.
La información añade que en el ejercicio se dará atención médica a los habitantes de las comunidades indígenas de los municipios guajiros de Carrizal, Tres Bocas, Porshina y Jojoncito.




Las acciones en salud serán lideradas por personal médico de la Fuerza Tarea Conjunta Bravo (JTF-B, por sus siglas en inglés) y las Fuerzas Militares de Colombia.
La JTF-B es una unidad de las fuerzas armadas de los Estados Unidos con sede en la Base Aérea Enrique Soto Cano, Comayagua, Honduras.
“El ejercicio incluirá el uso de helicópteros del 1-228 Regimiento de Aviación (de Estados Unidos) que respaldará las operaciones médicas y de asuntos civiles en áreas remotas, mientras que simultáneamente se realizará una capacitación en interoperabilidad con las fuerzas militares colombianas”, añade la información.
La población indígena recibirá servicios básicos de salud, como medicina general, odontología, pediatría y algunas cirugías previamente programadas y que serán gratuitas.
El “Ejercicio Vita tiene como propósito realizar un entrenamiento combinado de militar a militar y reflejar el compromiso, las buenas relaciones y el trabajo en conjunto, entre los ejércitos de Colombia y los Estados Unidos”, dice la información.
En estas prácticas se busca capacitar a las partes en operaciones estratégicas, médicas y tácticas, fortaleciendo sus competencias y preparándolos para responder y reaccionar de manera asociada ante desastres humanitarios el cualquier lugar.
Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz
Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.
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