Durante su visita a Manizales para presentar los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana 2021 que realiza Manizales Cómo Vamos, el director Departamento Nacional de Estadística, Juan Daniel Oviedo Arango, insistió en la necesidad de revisar estos factores estructurales y los cambios evidentes que se tuvieron en la composición demográfica, frente a las proyecciones que se tenían con base en el censo del 2005.

Tendencia

Según Oviedo, aunque dicha tendencia viene desde la década de los 70 y 80, con la bonanza cafetera y el mejoramiento de ingresos, esto es el reflejo del nuevo desafío que tiene Colombia, pues se estima que al 2049 se empezará a tener un mayor crecimiento de su población dependiente o que demanda cuidado frente a la que labora. En el caso de Caldas sería antes, hacia el 2028 o el 2029, lo que significa el reto inmediato de pensar en una equidad intergeneracional.

Hoy dicha tasa global de fecundidad del país está incluso por debajo de la conocida tasa de reemplazo, concepto intuitivo que indica que cada mujer debe tener, como mínimo, su reemplazo y quien la apoya. Ese indicador está por debajo de ese estimado de 2,1 hijos por mujer, en promedio. Incluso en Caldas el dato es peor, pues mientras en el país el volumen de nacimientos entre el 2015 y el 2021 se redujo en el 7,8 %; en Caldas fue del 19,3 %.

“Eso significa que además del envejecimiento demográfico propio y de la ausencia de recomposición familiar por la migración de jóvenes y niños a otras ciudades del país, las mujeres en Caldas, en la medida que son más educadas y más involucradas al mercado laboral, están postergando sus decisiones de fecundidad”. El efecto es tan alto, que mientras en el país se reportaron 12 nacimientos por cada mil habitantes en el 2021, en Caldas fue de 8 por cada mil.

Los retos

Después de revisar su informe de 385 páginas, bajo el título “La información del DANE en la toma de decisiones regionales”, el director destacó que los indicadores, en general, muestran un parte positivo, pero advirtió sobre la importancia de revisar más a fondo esos desafíos del envejecimiento demográfico. “Por eso es vital reflexionar profundamente en cómo la ciudad se puede recomponer a la hora de pensar en su mediano plazo, en cómo apostarle a ser un clúster de ciudad universitaria y a promover desarrollos inmobiliarios de segunda habitación para que las personas de clase media y adultas mayores puedan migrar al departamento a pasar su vejez”, planteó.

Sí destacó que Caldas tienen una ventaja importante al tener un mayor mercado laboral formal, lo que permite pensar en la mayor participación de adultos mayores con pensión, por encima de la población del resto del país.

Todo esto se suma al reto de mejorar el encadenamiento agroindustrial, como clave para que la región deje la dependencia del comercio. “Son preguntas importantes que pueden llevar a que tengamos un departamento más sostenible, intergeneracional y, al mismo tiempo, utilizar su potencial cafetero de forma más productiva, rejuveneciendo su mano de obra y el resto de actividades agropecuarias que lideran en Caldas”, indicó.