“Estos reclamos son especialmente preocupantes para la FLIP, pues señalan que las entidades estarían incumpliendo su deber de transparencia, el cual les exige publicar información oportuna, veraz y completa, en los términos más amplios posibles”, afirmó la FLIP en un comunicado.

Entre las denuncias recibidas se encuentra la eliminación de documentos exhibidos en la página web de la EPM, lo que genera preocupación ya que estos pueden ayudar a “entender y hacer escrutinio de las acciones de las entidades involucradas”.

Ante esto la secretaria general de la compañía, Maritza Alzate, aseguró a la FLIP que los documentos en mención eran de escrituras, planes de contingencia y la evolución del proyecto, y que su publicación se hizo con fines “pedagógicos”.

De igual forma, la organización dijo que el SIATA ha ocultado en dos oportunidades información del sensor 302, que mide el nivel del agua del río Cauca, el segundo mayor afluente del país.

“Según se ha informado, el sensor fue deshabilitado para consulta del público alrededor de las 10 de la mañana del 20 de mayo (…) Nuevamente, el 22 de mayo hubo nuevas denuncias en las que se señalaban que se había deshabilitado del sensor”, agregó la información.

Por último, la FLIP señaló que algunos trabajadores de la central han sido amenazados para que no entreguen información sobre el proyecto a los periodistas, a pesar de que estos datos no tienen “carácter reservado según la Ley de Transparencia”.

Estos señalamientos se suman a los que hizo el miércoles el gobernador de Antioquia, Luis Pérez García, al decir que existe un “manoseo de la información” porque “la gente no sabe a quién creerle”, pues EPM en algunos casos “no ha dado la información completa”.

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“No existe un informe técnico por parte de EPM sobre si hay que preocuparse o no de este problema”, afirmó el funcionario, quien cuestionó la manera como la empresa ha manejado la crisis.

La emergencia en Hidroituango comenzó en la madrugada del 7 de mayo cuando se produjo un derrumbe en la zona en que se construye la central eléctrica, lo que ocasionó “un taponamiento total en el túnel” que desvía el río Cauca, el segundo afluente de mayor cauce en el país, durante las obras.

Debido a la crisis los habitantes de los corregimientos de Puerto Valdivia y Puerto Antioquia, así como los de los municipios de Cáceres y Tarazá, han tenido que ser evacuados en diversas ocasiones.

La nueva amenaza en la zona se inició el sábado con un desprendimiento de tierra que obligó a la evacuación de los trabajadores de la hidroeléctrica, que hasta ese momento estaban concentrados en elevar el nivel de la presa a 415 metros y en llenar de concreto las losas del vertedero.

Con: EFE