En eso coinciden varios periodistas que analizaron este miércoles los acontecimientos de los últimos días en el país.

“¿Qué esta pasado con la comunicación de Palacio?”, se preguntó Luis Carlos Vélez, director de La FM. “Ahí adentro o se tienen que empezar a hablar o van a seguir haciendo el oso”.

Se refirió a las declaraciones del recién posesionado embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, en donde, según Vélez, salió “en una reunión que tenía en un ‘tanque de pensamiento’ a hablar de Venezuela y dice que están abiertas todas las opciones, incluso la militar, y le toca salir al presidente Duque a decir: ‘No, la militar no’. Le toca al presidente salir de escudero”.

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Por su parte, Fernando Quijano, director de La República y miembro del panel de periodistas de esa emisora, contó que había leído en comentaros que “no se puede convertir a esta esquina de América Latina en un polvorín igual a Siria”.

Para Quijano, “eso como que nos empieza amostrar qué es lo que está sucediendo en la Casa de Nariño. Hay unos funcionarios desbocados que quizás no siguen la línea del Presidente”.

“¿A qué juega este Gobierno con esos dobles discursos?”, se preguntó Erika Fontalvo, de Caracol Radio. “Mire lo que ha pasado con Duque y el nuevo embajador de Colombia en EE. UU. frente a una intervención militar en Venezuela”.

Darío Arizmendi, director de ‘6 AM Hoy por Hoy’, en esa misma frecuencia, se quejó de que la noticia del regreso al glifosato y la aspersión aérea hubiera salido por Washington, es decir, por boca del embajador Santos.

“¿Qué tiene que hacer un embajador hablando de eso?”, planteó Arizmendi. “No sé. Hay descoordinación. Quizás Duque está saliendo demasiado a las regiones, siguiendo una vieja costumbre de su jefe”.

“¡Dedíquese a gobernar, a estar ahí todas las 24 horas!”, reclamo el periodista, y calificó las primeras semanas del gobierno de Duque de “desconcertantes”, cuando se esperaba “realmente un timonel, un orientador claro. Mucho tilín tilín y pocas paletas”.

Pero ese no es el único asunto que tiene al Gobierno en ascuas. El fin de semana pasado, el Presidente y su ministro de Defensa, Guillermo Botero, anunciaron públicamente que las Fuerzas Militares habían herido y estaban a punto de dar con el paradero de Wálter Arizala, alias ‘Guacho’, cabecilla de la estructura ‘Óliver Sinisterra’, disidente de las Farc.

Sin embargo, tres días después, las autoridades no tienen pistas del cabecilla que, al parecer, habría superado el cerque que le tendieron las tropas en las selvas del municipio nariñense de Roberto Payán.

Incluso, el comandante de las Fuerzas Militares, general Alberto Mejía afirmó, desde la misma zona de operaciones: “Yo no puedo confirmar ni desvirtuar. Lo que sí es claro es que no tenemos el objetivo principal bajo nuestro control. Únicamente hasta que tengamos su cuerpo o hasta que lo capturemos vivo, nosotros podremos mirar al pueblo colombiano a los ojos y decir la verdad y nada más que la verdad”.