El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
En el cierre de la 81ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) celebrada en Punta del Este, el periodista colombiano Daniel Coronell fue distinguido con el Gran Premio a la Libertad de Prensa 2025. Este galardón, considerado uno de los más importantes para el periodismo en el continente, se otorga no solo por la coherencia y el rigor demostrados a lo largo de cuatro décadas de trayectoria, sino también por la valentía ante amenazas, censura y persecución judicial. Así lo resaltó la SIP, subrayando que estos riesgos continúan marcando el panorama para comunicadores en América Latina. Durante la recepción del premio, Coronell no celebró su éxito personal, sino que aprovechó la ocasión para emitir un urgente llamado a la solidaridad, la ética profesional y la defensa de la libertad informativa en medios cada vez más adversos.
La entrega de este reconocimiento a Coronell ocurre en un contexto regional alarmante para la prensa. Reporteros Sin Fronteras advierte que América Latina es, fuera de zonas de guerra, la región más peligrosa para ejercer el periodismo. En Colombia, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha documentado 169 periodistas asesinados desde 1977. Solo en lo que va de 2024, el mismo organismo reporta 389 agresiones, entre ellas ataques físicos, amenazas y ciberacoso. Otros países reflejan escenarios similares o peores. En México, por ejemplo, más de 150 periodistas han sido asesinados desde el año 2000. Además, el caso del periodista guatemalteco José Rubén Zamora, preso por cargos cuestionados, ejemplifica la creciente utilización de mecanismos judiciales para acallar voces críticas y medios independientes.
Coronell advirtió que las amenazas contemporáneas no solo se manifiestan en violencia física, sino también en formas más sutiles y sofisticadas. Entre ellas, campañas de desprestigio en redes sociales, presión económica sobre medios y la proliferación de legislaciones restrictivas, que bajo el pretexto de combatir “noticias falsas”, limitan la función periodística. Según datos recogidos por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), al menos 12 países latinoamericanos han impulsado o aprobado este tipo de leyes. Todo esto ocurre en un entorno de creciente polarización política, donde muchos medios caen en el sensacionalismo o la defensa de intereses partidistas, como señala el Centro Knight para el Periodismo en las Américas.
El entorno digital, aunque ha expandido el acceso a la información, también ha facilitado ataques coordinados y la transmisión de discursos de odio. Un estudio de la Universidad de Oxford de 2024 relevó que el 68% de los periodistas latinoamericanos encuestados ha sido objeto de agresiones en línea, a menudo orquestadas por “bots” o cuentas anónimas conectadas a grupos de poder.




La influencia de Coronell no se limita a la denuncia de abusos. Su carrera abarca la dirección de noticieros en televisión, el liderazgo en medios digitales y la formación de jóvenes periodistas, tanto en Colombia como en importantes universidades estadounidenses. Los numerosos premios recibidos, entre ellos premios Emmy, Peabody, Simón Bolívar y ahora este Gran Premio de la SIP, validan un legado sustentado en la independencia editorial y la búsqueda incansable de la verdad.
En la clausura de la Asamblea, Coronell concluyó su discurso dedicando el galardón “a la bala de la que escapó” y, sobre todo, a quienes no lograron sobrevivir a la violencia contra la prensa. Insistió en que la defensa de la libertad de prensa exige la participación activa de periodistas, sociedad civil y organismos internacionales. Según el periodista, mientras persistan el rigor y el pluralismo en el oficio —condiciones indispensables para la democracia—, siempre habrá esperanza frente a la opacidad y el autoritarismo. El premio, por tanto, es tributo al periodismo independiente, pero también advertencia de que sin una prensa libre los sistemas democráticos resultan insostenibles.
¿Cómo se distingue la labor de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) en Colombia? La Fundación para la Libertad de Prensa es una organización que monitorea, documenta y denuncia las agresiones contra comunicadores en Colombia. Su trabajo reviste especial importancia en un país donde la violencia hacia la prensa no ha disminuido con el tiempo. Informes de la FLIP sirven como insumo para la defensa internacional de los derechos humanos y ofrecen visibilidad a casos de amenazas y asesinatos de periodistas, aportando datos fundamentados tanto para la toma de decisiones públicas como para la presión de organismos multilaterales en defensa de la libertad de expresión.
¿Qué significa el término “bots” en el contexto del periodismo digital? El término “bots” se refiere a programas automatizados que operan en internet y redes sociales. En el periodismo digital, los bots pueden emplearse para amplificar campañas de desprestigio, difundir noticias falsas o acosar en masa a periodistas. Este fenómeno representa un nuevo tipo de amenaza, pues dificulta la identificación de los agresores y contribuye a la desinformación, afectando la integridad y la seguridad de quienes ejercen el periodismo en entornos digitales.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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