La carta fue remitida a Coronell el pasado 11 de julio con la advertencia de que no debía ser publicada debido a su carácter “confidencial”, sin embargo el periodista la reveló este domingo en la revista Semana, aduciendo que no hay base legal que le prohíba a hacerlo.

El columnista advierte que la Corte Suprema de Justicia, que investiga a los hermanos Santiago y Álvaro Uribe por el supuesto delito de conformación de grupos paramilitares, tiene pruebas de la existencia “de un plan de los involucrados” para demandarlo en Estados Unidos, y la carta de Franco lo confirmaría.

El hombre que se presenta como el abogado del expresidente Uribe le dice a Coronell que “desista de la publicación de declaraciones difamatorias” sobre su cliente, sin importar su origen, y lo invita a que se retracte, aunque no descarta una posible demanda en su contra.

Las razones que soportarían un posible pleito ante un tribunal de la Florida tienen que ver con las aparentes “lesiones graves e irreparables al Sr. Uribe Vélez y a su reputación” ocasionados, según Franco, “por difundir material calumnioso y difamatorio sobre mi cliente a través de medios impresos e Internet”.

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En las últimas semanas, el periodista reveló material probatorio, en poder de la Corte Suprema de Justicia, que evidenciaría posibles maniobras ilegales de dos hombres cercanos al expresidente Uribe para torcer el testimonio de Juan Guillermo Monsalve Pineda, testigo clave en una investigación que vincularía al expresidente en “delitos de homicidio, concierto para delinquir y manipulación de testigos”, señaló Coronell en la revista.

En relación a eso, el abogado Fernando Franco le dice a Coronell que en las columnas hay un “sutil y estratégico cruce de los hechos” para implicar a Álvaro Uribe Vélez con “actividades corruptas e ilegales como la manipulación de testigos y el tráfico de influencias para operar más allá del alcance de la ley (…) guiado por su propia agenda personal y política preconcebida”.

Todo eso haría que el pleito escale a los tribunales y por eso Coronell anticipó que contará con los servicios del prestigioso abogado Hunter Carter, que ha representado casos emblemáticos en Estados Unidos y ante la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH).