La enfermedad es altamente contagiosa por lo que en el penal permanecen en alerta e intentan determinar el foco del virus para controlarlo, indicó Blu Radio.

Las internas que ya fueron diagnosticadas permanecen aisladas pues este virus se transmite fácilmente por el contacto con la saliva, por medio de un estornudo, entre otros.

Cabe resaltar que el riesgo es alto si se tiene en cuenta que en el penal hay mujeres embarazadas, e incluso niños, pues algunos pueden crecer junto a sus madres en la cárcel hasta los 6 años.

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Las paperas o parotiditis inflama las glándulas submandibulares y provoca fiebre leve. “También se producen en ocasiones fiebre moderada, reacciones locales y reacciones alérgicas. Se han notificado casos de meningitis aséptica tras la administración de diferentes vacunas antiparotidíticas, con frecuencias muy variables”, explica la Organización Mundial de la Salud.

Por lo general, no se necesitan pruebas de laboratorio confirmatorias. Aunque “si hay incertidumbre en el diagnóstico, pueden ser necesarias una prueba de saliva o un análisis de sangre. El análisis de sangre puede detectar anticuerpos contra las paperas, que indican si se trata de una infección reciente o pasada”, según los expertos.