El Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia tomó importantes determinaciones sobre su operación en el país. Una de estas es que reducirá en un 30 por ciento su presupuesto en este territorio para el próximo año. Entre las razones está “la disminución global de los recursos disponibles para la acción humanitaria”.
De esta manera, el CICR cerrará algunas de sus estructuras, reenfocará actividades y disminuirá su personal en Colombia. “Estas medidas, infortunadamente, afectarán a alrededor de 120 posiciones laborales. El CICR lamenta profundamente el impacto que esto genera en el personal que resulta afectado, y expresa su más sincero reconocimiento a los colegas que, con compromiso, entrega y cariño, han contribuido durante años a su misión humanitaria”, informaron.
¿Qué oficinas del CICR cerrarán en Colombia?
De acuerdo con la Cruz Roja, las oficinas de Apartadó, en Antioquia, y Pasto, en Nariño, dejarán de funcionar en los próximos meses. Otro punto que concluye sus operaciones es la subdelegación de Bucaramanga. Así las cosas, la respuesta humanitaria en el nororiente del país se coordinará desde Cúcuta.
Además, la subdelegación de Cali cerrará y se establecerá una nueva sede en Popayán, desde donde se orientará su acción humanitaria en el suroccidente del país.
“El contexto en el que se adoptan estos ajustes es especialmente complejo y doloroso: mientras la situación humanitaria en Colombia se deteriora y las necesidades de las comunidades afectadas por los conflictos armados y la violencia aumentan, disminuyen los recursos globales disponibles para la acción humanitaria. Por esta razón, aunque no ha sido una decisión fácil, el CICR ve necesario reorientar sus operaciones para garantizar la continuidad efectiva y la sostenibilidad de su labor en el país con los limitados medios actuales”, detallaron desde la Cruz Roja.
En otro punto del comunicado, el CICR informó que concentrará sus esfuerzos en las zonas más afectadas por los conflictos armados, priorizando la protección de la población civil, la promoción y el respeto del derecho internacional humanitario, y la respuesta a emergencias cuando las instituciones nacionales u otros actores humanitarios no puedan brindar asistencia de manera suficiente o inmediata.
Para la Cruz Roja, la reducción de su capacidad operativa implicará impactos en algunas comunidades, y reconoce que esta situación puede afectar el alcance de su acción. Sin embargo, señala que mantiene su firme compromiso de permanecer cerca de las personas afectadas por los conflictos armados, trabajando para aliviar su sufrimiento y proteger su vida y su dignidad.
“En el marco de estos ajustes, la delegación del CICR en Colombia asumirá también un carácter regional. Esto significa que, además de sus actividades en el país, tendrá a su cargo y supervisión la oficina del CICR en Lima (Perú) y las actividades desarrolladas en Ecuador y Bolivia”, indicaron.
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