Y es que para atender cualquier caso de coronavirus es necesario contar con una unidad de cuidado intensivo (UCI) que permita cuidar al paciente de manera integral.
En ese sentido, el doctor Guillermo Ortiz Ruiz, jefe de sección de Cuidados Intensivos en el Hospital Santa Clara de Bogotá, dijo que una cama de cuidado intensivo no es solamente una cama y una toma de oxígeno.
Sostuvo que en una unidad de cuidado intensivo se presta soporte a diferentes órganos, en medio de una gran complejidad para la atención de los pacientes. Así pues, destacó que la infraestructura que tiene el San Juan de Dios no hace posible la atención, ya que no cuenta, ni siquiera, con un flujo central de oxígeno.
Si bien los pacientes contagiados por COVID-19 no podrán ser atendidos en el San Juan de Dios, el Distrito ya había anunciado una iniciativa para aumentar el número de camas de cuidado intensivo.
Martha Yolanda Ruiz, gerente de la Subred Integrada de Salud Centro Oriente, destacó que el plan de expansión para la atención de la pandemia pretende hacer una reconversión progresiva de las camas hospitalarias y de las unidades de cuidado intermedio en unidades de cuidado intensivo.
Recalcó que los pacientes que cedan sus camas serán llevados a Corferias, lugar que en estos momentos está en proceso de adecuación.
Sobre el estado de la infraestructura del San Juan de Dios, Paola Ladino, gerente del proyecto de renovación urbana y desarrollo de Bogotá dijo que dos edificios del complejo serán demolidos.
Una de las estructuras que será derribada es la torre central. La otra es el edificio de rehabilitación psiquiátrica.
Sin embargo, Ladino destacó que la totalidad del complejo está formada por 24 edificaciones; las 22 restantes se mantendrán en pie.
Pulzo entró a las instalaciones que serán demolidas y pudo constatar el nivel de abandono en el que se encuentran. Paredes agrietadas, techos rotos y pisos con grandes huecos hacen parte del escenario.
Así se ven los edificios del San Juan de Dios que serán demolidos:
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