Los magistrados del alto tribunal tuvieron una votación de 7 contra 1 para decidir que las objeciones, que Duque alegó como inconvenientes hace tres meses, sí se hundieron en el Congreso, luego de los debates en Senado y Cámara.

Esto porque, cabe recordar, se trataba de matemática simple: el quórum quedó en 93 curules porque el lugar de Aída Merlano es el único que no puede ser reemplazado por estar involucrada en una investigación penal.

En ese sentido, la mayoría absoluta pasó a ser 47, que fue exactamente el número de votos que consiguieron los senadores de la oposición para tumbar las objeciones.

En las cuentas del alto tribunal también entraron los 14 parlamentarios que presentaron impedimento para votar las objeciones. Mientras que en la Cámara no hubo discusión, pues hubo 110 votos a favor de enterrarlas.

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Ahora solo resta la firma de Duque para sancionar la ley estatutaria, tal como la aprobó la Corte Constitucional hace varios meses. Justamente, el presidente informó este mismo miércoles que acatará la decisión del alto tribunal.

En un evento en Bogotá, el Jefe de Estado recordó que hizo “una evaluación rigurosa” de todo el articulado y presentó sus objeciones relacionadas con la reparación a las víctimas, la extradición, evitar los colados en las listas de la JEP, entre otras; pero que, pese a eso, firmará el documento con el que la Jurisdicción Especial para la Paz tendrá un marco claro para trabajar.