Hola! Somos el noticiero regional más visto en Colombia, ¡Conéctate con nosotros y entérate de las noticias del suroccidente colombiano!, Emisión digital en vivo a las 8 a.m. por todos nuestros canales digitales, Emisión central a la 1:00 p.m. por el canal Telepacífico y nuestros canales digitales.
El sector agroindustrial de la caña en Colombia ha impulsado un ambicioso proyecto enfocado en la conservación de la biodiversidad. Se trata de un corredor biológico de 890 kilómetros que recorre el valle del río Cauca, buscando conectar el propio río con 13 de sus afluentes y 80 humedales en los departamentos de Cauca, Valle y Risaralda. Esta iniciativa está liderada por la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia (Asocaña), y tiene como principal propósito restaurar ecosistemas, proteger la flora y fauna nativa, e integrar prácticas de economía circular que permitan el desarrollo sustentable del área.
La magnitud del corredor biológico, que prevé intervenir 6.500 hectáreas —una superficie similar a la de unos 9.000 estadios Pascual Guerrero—, persigue favorecer a más de 640 especies animales. Entre sus objetivos sobresalen la regulación hídrica, así como la mejora de la calidad del aire, factores cruciales en una zona fuertemente influenciada por la actividad industrial y agrícola. Según Claudia Calero, presidenta de Asocaña, este corredor significa “un pulmón verde” para el valle del Cauca. La organización ya ha destinado más de 1.500 millones de pesos para conectar 25 kilómetros del río Amaime, un primer paso de un proyecto de diez años con una inversión estimada de 75.000 millones de pesos.
El contexto nacional resalta la importancia del proyecto: Colombia enfrenta una severa deforestación y pérdida de biodiversidad, particularmente en regiones como el valle del Cauca, donde la presión sobre los recursos naturales es elevada. Datos del Instituto de Investigaciones Alexander von Humboldt respaldan el valor de los corredores biológicos, indicando que mejoran la conectividad genética y ayudan a combatir la fragmentación de los hábitats. Alicia Lozano, del Instituto, enfatiza que "el río necesita su espacio para generar biodiversidad y beneficios ecosistémicos esenciales", señalando la necesidad de articular el manejo del agua con estrategias de conservación.
Esta apuesta va en sintonía con lineamientos internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente los objetivos 15 y 6, dirigidos a proteger los ecosistemas terrestres y garantizar agua limpia. Informes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) concluyen que los corredores ecológicos representan una herramienta eficaz para conservar la biodiversidad y mitigar la pérdida de especies, al facilitar corredores seguros para la fauna y fortalecer la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático y los efectos de las actividades humanas.




Pese a los desafíos, el sector azucarero ha defendido su modelo de desarrollo sostenible argumentando que aplica una economía circular y políticas integradas de conservación. No obstante, el Ministerio de Ambiente ha planteado críticas y diversos análisis coinciden en que el éxito del proyecto dependerá de una vigilancia constante para asegurar que las medidas de conservación realmente garanticen resultados medibles, más allá de intenciones declaradas.
Proyectos semejantes en América Latina demuestran que la participación de comunidades locales, múltiples sectores e inversiones sostenidas son esenciales para la efectividad de estos corredores. Ejemplos en Costa Rica y Ecuador, citados en la Revista Latinoamericana de Ecología, evidencian la relevancia del acompañamiento científico y la participación social para lograr impactos reales y sostenibles.
En conclusión, el corredor biológico del río Cauca podría consolidarse como un modelo de conservación y uso responsable de los recursos en áreas afectadas por la industrialización agrícola, siempre que cuente con la transparencia y el compromiso necesarios de todos los actores involucrados.
¿Cómo se mide el éxito de un corredor biológico? El impacto real de un corredor biológico se evalúa a través del monitoreo de factores como la recuperación de especies, el aumento de la conectividad de hábitats y la preservación de servicios ecosistémicos, incluyendo el mejoramiento de la calidad del agua y del aire. Evaluaciones periódicas y el análisis de indicadores clave permiten identificar si las acciones emprendidas contribuyen efectivamente a la conservación. Las experiencias internacionales documentadas por la Revista Latinoamericana de Ecología resaltan la importancia de un seguimiento técnico y comprometido a largo plazo.
¿En qué consiste la economía circular aplicada por Asocaña? La economía circular es un modelo de producción y consumo cuyo objetivo es reducir al mínimo los residuos y reutilizar materiales. Según Asocaña, el sector cañero aplica estos principios evitando la generación de desechos y priorizando el aprovechamiento de subproductos y el reciclaje de recursos dentro del ciclo agrícola e industrial. Este enfoque está alineado con tendencias internacionales de sostenibilidad, aunque su aplicación efectiva debe ser monitoreada para asegurar su aporte a la conservación ambiental.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO