El trabajador informal dijo en un especial publicado por la revista que antes de la crisis y las medidas de aislamiento se ganaba en promedio $20.000 en un día, de los cuales gastaba $5.000 en transporte, le daba $10.000 a los conocidos con los que vivía y él se quedaba con los $5.000 restantes.
“Ahorita no gano nada”, aseguró en la publicación, donde también recordó, entre lágrimas, cómo 2 meses y medio después de que el coronavirus llegó a Colombia él se quedó sin ahorros y en la casa donde vivía le dijeron que se tenía que ir.
“Anoche dormí cerca al portal de Las Américas, entre la avenida Villavicencio y la avenida El Tintal, en un andén. Había techo. Pero pasó la Policía y me sacó de ahí”, relató Jaime Ortiz al semanario, donde también manifestó que, además de dormir en la calle, ha aguantado hambre.
Por toda esta situación, y a la espera de que reabran la iglesia de Lourdes y así vuelvan sus clientes, el heladero dijo a la revista que “si hubiera una inyección para morirme me la colocaría hoy mismo, pero no puedo”.
“Yo lo único que quiero es que mi Dios me llevara y ya”, añadió Ortiz en el especial en que la Revista Semana recogió el testimonio de otros colombianos que también se han visto afectados por la situación que vive el país a raíz de la pandemia, la cual ha provocado, entre otros, cifras récord de desempleo en el país.
Según el más reciente reporte del Dane al respecto, publicado el pasado 29 de mayo, el desempleo en Colombia durante abril de 2020 llegó al 19,8%, mientras que en el mismo mes del año anterior ese indicador correspondía al 10,3%.
De acuerdo con el informe, en abril pasado 5’371.000 personas se quedaron sin empleo, cifra que aún es lejana a la aterradora estadística que estimó la Anif respecto a que el desempleo en Colombia llegaría hasta el 22 % al cierre de este año.
De otro lado, sumándose también a las estimaciones poco alentadoras, el Banco de la República indicó a finales de mayo pasado que, a causa de la crisis del COVID-19, el PIB este año podría caer hasta -15%, el peor en la historia del país.
Este es el testimonio de Jaime Ortiz en revista Semana:
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