Mientras la antigua admiración nacional, de Iván Duque, y el nuevo gobierno de Gustavo Petro se enfrascan en un rifirrafe mediático por la reconstrucción de Providencia, la Contraloría entregó un informe sobre la materia.

El órgano de control encontró que se habrían entregado, de más, a un contratista, alrededor de $ 2.170 millones y que las nuevas casas no quedaron del todo bien, luego de los estragos provocados por el huracán Iota en 2020.

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La Contraloría atribuye las irregularidades al sector vivienda a la gestión de Findeter. “Dentro de las deficiencias encontradas, se identificó que contratos derivados suscritos en el 2021, para la ejecución de obras de reparación, rehabilitación y construcción de viviendas, no tuvieron una adecuada planeación frente a la cantidad de unidades habitacionales y los costos de estos. Lo cual generó adiciones en valor y tiempos contractuales, sin que se evidenciara justificación suficiente en los otrosíes celebrados y sus anexos”, explicó la entidad.

Se identificaron contratos con adiciones que, al final, costaron el 50 % del valor inicial del acuerdo. El contrato de obra 1621 de 2020, por ejemplo, tiene el historial del pago de $ 1.549 millones por un “item no previsto”: el pago por logística y transporte de equipos y maquinaria.

Sin embargo, estas actividades ya estaban incluidas dentro de los precios unitarios ofertados por el contratista en su propuesta económica. Lo mismo sucedió en un contrato para instalación de elementos de madera para el tablero de una pasarela, por $ 620 millones.

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Asimismo, el órgano de control encontró que el gobierno “no tuvo claridad” en el número de construcciones a intervenir en el Plan de Reconstrucción de Providencia, propuesto por el gobierno Duque.

Y para sustentar su posición, tiene el historial de ocho contratos acordados durante 2021, luego de que el huracán Iota arrasara con el 95 % de la infraestructura de toda Providencia. La Contraloría, además, halló falencias en la calidad del material de las ventanas, pisos y muros de las viviendas tipo T2 y T4.

“Las viviendas referidas, corresponden a inmuebles nuevos construidos con estructura metálica que han sido ejecutadas en el marco del contrato de obra No. 001 de 2021, suscrito entre Findeter y el Consorcio Providencia. Se señalan deficiencias en ventanearía de madera, fisuras en pisos cerámicos, morteros de fachada y barandas, generadas por: instalación inadecuada de los elementos, condiciones inadecuadas de almacenamiento de los materiales, deficiencias en sus diseños y/o usos no adecuados para las condiciones climáticas de la isla de Providencia”, agrega el documento.

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En las viviendas de reparación integral, la Contraloría identificó fallas en los diagnósticos, lo cual terminó en irregularidad con el sistema hidrosanitario y la no construcción de zonas seguras, que estaban entre los compromisos suscritos por Findeter. Incluso, se construyeron viviendas que no están conectadas a ningún sistema de tratamiento o que fueron conectadas a pozos no funcionales. La Contraloría le sigue la pista, además, a los privados Fontur e iNNpulsa, por supuesta falta de planeación en contratos para ayudar a los hoteles y damnificados.

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