El abogado Lara fue acusado de fraude procesal en el año 2008, cuando trató de hacerse con la dirección del Frigorífico San Martín de Porres Ltda. y así tener el control administrativo, a través de la creación de una nueva junta directiva en la que hacían parte, como socios minoritarios, algunos familiares suyos, como su hijo Eduardo Lara López.

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Según El Espectador, hace 10 años Lara Urbaneja era socio de la firma Baker & McKenzie y era el representante legal de Laurel Ltda., una empresa con participación en el frigorífico. Y aunque el fallo de la corte finiquitó lo que sería un pleito de una década, según el diario la disputa inició en 1993 por la adquisición de las cuotas de los socios minoritarios.

La condena contempla además una multa de 405 salarios mínimos. Entre las maniobras por las que fue denunciado el fraude procesal estaban el fingir una reunión en la que falsamente no se convocó la asamblea general de socios, y la realización de un acta que se registró ante la Cámara de Comercio para estafar patrimonialmente a los socios mayoritarios, y así “revestir las decisiones de oponibilidad frente a terceros”, como publica El Espectador.