Como este año que pasó, 2023 estará influenciado por el tema electoral. Se llevarán a cabo las elecciones regionales, lo que marcará el proceso político que se realice desde enero hasta octubre, cobrando más fuerza desde mitad de año en adelante.

“El tema político más importante son las elecciones locales”, expresó Alejandra Barrios, cabeza de la Misión de Observación Electoral (MOE), quien añadió que hay una gran cantidad de implicaciones en distintos aspectos: “Violencia a funcionarios y candidatos, así como el impacto de la ‘paz total’ en la campaña electoral”. Para esta es más que probable que se aumenten los casos de violencia política, puesto que es normal que en medio de negociaciones de paz se incrementen los reportes de acciones violentas, y en este caso está el agravante de que serán las elecciones regionales.

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Desde el Congreso son conscientes de la relevancia que tendrá la jornada electoral de octubre y aceptan que esto terminará afectando la labor legislativa. En palabras del presidente de la Cámara, David Racero: “El próximo semestre es preelectoral y se parte de la premisa de que la agenda electoral mediará la discusión en el Congreso. Si bien hay una coalición de gobierno, la campaña regional va a tensionarla. No hay que perder la brújula y responder la agenda de cambio del país”.

El presidente del Senado, Roy Barreras, coincide en que habrá cierta influencia de las elecciones regionales en la agenda, pero este expresó que dicho proceso electoral será “una tarea paralela” en la que tendrán “la obligación de refrendar el mandato popular” que le dieron en 2022.

En temas de agenda tienen coincidencias los presidentes del Poder Legislativo. Señalan que ya se pasó el primer paquete de reformas y ahora viene uno más exigente. “Las reformas sociales vendrán el siguiente semestre”, comenta Barreras, a lo que Racero complementa: “La agenda legislativa será mucho más intensa y en mayor cantidad que la de este semestre (…). Tenemos la posibilidad de aprobar las grandes reformas sociales para bien de los colombianos”. Las cabezas de ambas corporaciones del Congreso consideran que ya se aprobaron los cimientos del nuevo Gobierno y que ahora se vienen “las grandes transformaciones”.

Para Barreras, las reformas que se vienen responden a “una pensión digna para todos, un mínimo vital para todos y que los jóvenes tengan educación. Una reforma que rescate la red pública del sistema de salud. Son reformas sociales que deben responder al mandato popular del cambio. Transición planeada, ordenada y programada en el tiempo”. Racero incluye en el listado dado por el presidente del Senado el Plan Nacional de Desarrollo, la reforma laboral, una posible reforma a la justicia y una reforma al sistema de servicios públicos. En este sentido, recuerda Roy Barreras, se debe tramitar la ley de sometimiento a la justicia: “La Ley 418 le dice al Gobierno que dialogar, pero la concreción de esos diálogos se da es con los beneficios penales que se consagran en esa ley de sometimiento”.

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También se viene la segunda vuelta de proyectos como la jurisdicción agraria y la reforma política, de esta última se han sorteado varias polémicas y aún hay dudas sobre su futuro. Aunque llegó sin líos a segunda vuelta, varios sectores, sobre todo tradicionales, han dicho que puede que no siga adelante o que pierda puntos básicos, como lo es la lista cerrada. “Ninguna reforma es fácil de aprobar. Siempre hay riesgo de que se pierda la esencia de la reforma. Hay que velar para que las reformas mantengan la esencia. Preservar el centro de las reformas”, expresó David Racero frente a la reforma política. En este sentido, Alejandra Barrios señaló que en esa reforma se vendrán varios ajustes: “Lo que se hace en la primera vuelta es colgar todos los artículos posibles para que queden vivos. Lo importante es que queden ahí para que en segunda vuelta se limpie”.

En cuanto a reformas que vienen del anterior semestre, la que más controversia generará es la reforma electoral. Este proyecto, de autoría de la Registraduría de Alexánder Vega, ha sido muy criticado y hasta se ha frenado su debate. Sectores de la Alianza Verde se opusieron a que se sacara en trámite exprés y hasta propusieron, como expresó la representante Catherine Juvinao, que se sacaran adelante otros proyectos antes, reforma al aparato electoral y reforma política, para así dedicarse a un tema que depende de los textos mencionados. Sin embargo, lo máximo que se logró es que se le quitara el mensaje de urgencia que antes tenía. Frente a este proyecto, la MOE dijo: “Unas conversaciones de fondo que tienen que ver con retirar el tema de registro del proyecto. Nuestra recomendación es retirar esos temas de registro. Esperamos a ver qué termina pasando”.

De igual manera, las organizaciones de mujeres afirman que en 2023 es crucial en cuanto a varios proyectos relacionados con paridad de género y derechos de la mujer. De acuerdo con Artemisas, en voz de Valentina Enciso, se debe estar pendiente para que en la reforma política y en el Código Electoral se incluyan artículos relacionados con paridad y prevención de violencia política contra la mujer. También señalaron la importancia de proyectos como el de prevención de violencia digital para mujeres y educación sexual integral.

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Las reformas son múltiples y por eso ya hay pedidos al Gobierno, según Roy Barreras, para convocar a extraordinarias y que el Congreso reanude el 7 de febrero. Por el momento, parece que las extras son necesarias. La agenda es larga y los tiempos se aprietan, pues hay temas como el Plan Nacional de Desarrollo, y al mismo tiempo se tendrá un ojo puesto en el nuevo paquete de reformas del Gobierno y el otro en los comienzos de la campaña.