La columnista expone que a los expresidentes les indigna que los colombianos los recuerden por sus fracasos, y no por sus aciertos, y sentirse injustamente recordados los vuelve “más agrios e incoherentes”.

No obstante, a los expresidentes poco les importa su mala imagen: “no se quieren jubilar”. Ernesto Samper siempre aparece “donde uno menos espera encontrarlo”, Andres Pastrana quiere tomar otra vez las riendas del Partido Conservador, Gaviria sigue aferrado al Partido Liberal, y Álvaro Uribe, “el presidente eterno”, “está al acecho, vigilando a Duque día y noche”.

Álvaro Uribe

Artículo relacionado

“Uribe está cómodo, porque manda, abusa y ultraja sin correr riesgos”: Ramiro Bejarano

“Este país sería muy distinto si los expresidentes no pudieran ser ni embajadores, ni congresistas, ni vicepresidentes, ni jefes de partidos. No más dedazos ni presidentes electos para que sean rehenes de expresidentes que nos quieren arrastrar con sus odios”, señala Duzán.

Para la columnista las encuestas son la principal muestra de que los colombianos están cansados de los exmandatarios, por las percepciones desfavorables hacia ellos en los últimos años. Solo Juan Manuel Santos ha mejorado su imagen, “porque es el único de los expresidentes que ha decidido retirarse de la escena política”.

“¿No será que es hora de proponer la jubilación de los expresidentes y su retiro forzoso de la política?”, pregunta la columnista, y también dice que la política “no se le puede dejar al pasado, ni a los viudos de poder que ya ni saben por qué quieren imponer sus devaneos. Sin expresidentes también hay paraíso”.