Garrido relata que ya en la casa del argentino, él y su mamá la maltrataban, la obligaban a  trabajar en el aseo de unas cabañas que estaban en la residencia, incluso, cuando ella estaba en estado de embarazo, contó en Noticias Caracol.

“Vivía con un estrés horrible”, agregó la víctima.

Así, el sueño de amor de Garrido se convirtió en una pesadilla tan solo pocas semanas de estar viviendo en Argentina.

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El caso de esta colombiana es considerado como trata de personas, de acuerdo con el informativo, en la modalidad de matrimonio servil, de la que son víctimas cientos de personas en el país. 

La vicefiscal general, Martha Mancera, dijo en el medio que en lo corrido del año van 78 denuncias, 12 de ellas, en Bogotá.