La protagonista de esta historia, revelada al país por el periodista Juan David Laverde en Noticias Caracol, es Martha Sepúlveda, una mujer de 51 años que vive en Medellín y se convertirá en la primera paciente con un diagnóstico no terminal que accederá a la eutanasia en Colombia. Ella padece desde hace tres años esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que afectó seriamente sus piernas y ahora casi que no le permite caminar.

En julio de este año, la Corte Constitucional amplió el derecho a la muerte digna a las personas que no tienen enfermedades terminales. Martha celebró la noticia y tan solo días después le pidió a su EPS que le permitiera acceder a la eutanasia. Su caso se resolvió bastante rápido y un par de semanas después fue autorizado el procedimiento.

Sepúlveda morirá el próximo domingo 10 de octubre, pasadas las 7:30 a.m. Durante la entrevista que le concedió al noticiero, se mostró muy contenta de que pueda acceder a la eutanasia y reconoció que desde que le confirmaron que fallecería de esa manera su vida ha mejorado.

“Soy de buenas, tengo buena suerte. Estoy más tranquila desde que me autorizaron el procedimiento, me río más, duermo más tranquila”, expresó con cierta felicidad la mujer.

Su historia es aún más llamativa cuando se descubre que es creyente de Dios y una católica ferviente. Ella está convencida de que no tiene por qué arrepentirse de acabar con su vida de esta manera, ya que considera que Dios no la quiere ver sufriendo de la manera que lo ha padecido en los últimos años.

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“Soy católica, muy creyente de Dios. Pero Dios no me quiere ver sufrir a mí. Ningún padre quiere ver sufrir a sus hijos. Estoy sufriendo. Creo en un Dios que no quiere verme así. De hecho, para mí, esto lo está permitiendo Dios”, agregó la paisa.

Martha insistió en que se siente satisfecha de que morirá el próximo domingo y dejó claro que su convencimiento está soportado en gran parte en todo lo que ha sufrido con la enfermedad que padece. “Ya uno con una esclerosis lateral, en el estado que la tengo, lo mejor que me puede pasar es descansar. No quiero sufrir más. Estoy cansada. Lucho por descansar”, concluyó segura de que tomó la mejor decisión para ella.

Otro de los hechos particulares en torno a su caso es que su familia la apoya completamente en su deseo de acceder a la eutanasia. La única que presentó reparos fue su madre, pero sus hermanos y, sobre todo su hijo, entienden perfectamente su deseo y están disfrutando sus últimos días junto a ella.

Esta fue la entrevista que Sepúlveda le concedió a Noticias Caracol: