Claudia López estaba hablando de los protocolos de bioseguridad que deben seguir las empresas de la ciudad para proteger a sus empleados cuando les toque el turno de volver a trabajar presencialmente. En ese momento, la mandataria se acordó de Edy Fonseca, celadora que trabajaba en un edificio de Rosales y fue obligada a vivir por un mes en el sótano y cumplir extensas jornadas de trabajo.

“No podemos abusar de la salud de nadie, como la señora que vimos en la celaduría de ese edificio en Rosales. Es un crimen que abusen de alguien humilde que sí necesita un trabajo, pero también respeto”, afirmó López sobre el caso que indignó a muchas personas en el país.

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La alcaldesa invitó a los ciudadanos a que denuncien cualquier caso de corrupción a abuso en la línea 195, así como todo tipo de emergencias en la línea 123.

Acto seguido, López entregó una opinión más profunda sobre el abuso laboral del que fue víctima Edy Fonseca y demostró su apoyo para ella:

“Este caso fue abusivo y aislado. Yo creo que la mayoría de la gente entiende que somos seres humanos. Lamentamos mucho ese caso. Estamos acompañando a doña Edy y su abogado. Nosotros creemos que eso es trata de personas con explotación laboral y obviamente una gran violación a todos sus derechos humanos. De manera que la vamos a acompañar en todo su proceso”, concluyó la alcaldesa.

La celadora sufrió depresión por las condiciones inhumanas en las que tuvo que vivir por un mes y se le paralizó la cara como consecuencia de esto. Al ver sus complicaciones de salud, los residentes del edificio Luz Marina decidieron despedirla.