Walberto Salgado, quien fue uno de los cirujanos más reconocidos en Colombia, reapareció luego de pasar varios meses prófugo de la justicia por la condena de 72 meses que hay en su contra por maltrato contra Giovanna Maroso, su exesposa, una destacada diseñadora. 

En la sentencia condenatoria se expone que el cirujano maltrató durante cinco años a su entonces pareja. Según el documento, Salgado se la pasaba diciendo que ella era una bruja, que vivía practicando brujería. “La acusa de darle y untarle cosas que lo tienen enfermo”, dice el escrito judicial reseñado por Semana. 

El cirujano habló con el medio anteriormente mencionado y aseguró que su relación pasó del cielo al infierno en cuestión de meses. Pero lejos de aceptar el maltrato del que se le acusa, culpó a la diseñadora de lo que sucedió. 

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“Nos casamos en 2006. Ahí inició ella con cambios de ánimo y variación en su carácter, pasaba del maltrato verbal a las muestras de cariño. Yo la respeté, le brindé lo mejor de mí a ella y a su hijo menor, traté de mejorar la relación porque venía o era fruto de una relación disfuncional”, relató. 

El cirujano señaló que, a su juicio, su condena fue posible por supuestas irregularidades: “Yo no la maltraté. Las acusaciones en mi contra son tan falsas que ni la Fiscalía ni la judicatura tuvieron consistencia en mi contra. La Fiscalía concluyó que la investigación se llevaría por violencia psicológica, después hablan de violencia psicológica y sexual. No existió un peritaje que así lo acreditara. Y sobre la violencia sexual, quedó claro que el testimonio de Giovanna era contradictorio”.

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Salgado le dijo a Semana que lo último que supo de la diseñadora es que si le entregaba una jugosa cifra de dinero, daría un paso al costado en el proceso que hoy lo tiene en el exilio obligado. “La última razón que tuve de la señora Maroso era que si yo le daba un millón de dólares, desistía del proceso de violencia”, confesó. 

Ahora, el cirujano se juega una última carta, pues ya fue condenado en primera instancia. Sus abogados German Navarrete Riveros y Brenda Acosta presentaron un recurso de casación ante la Corte Suprema de Justicia para pedir la impugnación de la sentencia.