Tan solo pasaron tres días del ataque de un tiburón que causó la muerte de un turista italiano en San Andrés, que ya se empezó la persecución contra diferentes especies de este animal poniendo en riesgo su vida en las aguas del archipiélago.

Según denunció la Corporación Coralina, este domingo se conoció que algunas personas cazaron a un tiburón nodriza, especie que no representa ningún peligro para la vida humana y su pesca afecta la seguridad del ecosistema marino en la zona.

“Coralina rechaza las acciones de caza, pesca o maltrato a la fauna marina, así como también la pesca ilegal y violación con la zonificación del área marina protegida”, señalaron en sus redes sociales. 

Este reprochable hecho se registró en medio de las acciones que han iniciado varias personas para cazar a tiburones, pues la presencia de estos animales ha desatado la caza de diferentes especies de las criaturas marinas.

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De acuerdo con la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, a los turistas se les ha informado que eviten nadar en los sectores donde se ha detectado la presencia de estos animales. Su avistamiento se debe a la escasez de peces que hay por estos días debido a la temporada de sequía que se vive en la región. 

Además, recordaron que este tipo de prácticas son consideradas como un delito que está sujeto a graves sanciones como multa y hasta cárcel por infringir la ley 1801 del 2016. Incluso, en caso de que se capture una persona en flagrancia, se decomisará la pesca y se inmovilizará los vehículos, por ejemplo: botes o similares.

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