La reforma política tenía en las listas cerradas una jugada contundente para acabar con los dineros en las campañas políticas y el clientelismo, al eliminar el voto preferente y formular, por el contrario, la financiación total de estas listas por parte del Estado.

Con el hundimiento de este artículo, en el cuarto debate y a escasos tres días de que finalice el actual periodo legislativo, se cae también la obligación de que todas las listas que se usarían a partir del próximo año deberían contar con un 50 % de participación femenina, lo que era considerado como el mayor avance en materia de paridad de género dentro de la intervención en política.

Según informó Semana, lo que más jugó en contra de esta medida –manifestado por algunos partidos políticos- fue la incertidumbre para determinar los “mecanismos de democracia interna para la selección de candidatos”, esencialmente porque todavía no existen y se establecerían a una ley que sancionaría después.

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“Se abría las puertas a que en las elecciones del próximo año los directores de cada partido determinaran sus candidatos mediante el procedimiento del bolígrafo”, indicó la revista, que también recogió  más críticas, como la de que las listas cerradas beneficiaban a los partidos que tenían líderes caudillistas o caciques electorales, así como a las mayorías parlamentarias que integran el Congreso hoy (Cambio Radical, la U y Liberal votaron en contra de este artículo).

“Esta había sido una de las principales recomendaciones de la misión electoral especial que se había conformado como resultado del acuerdo de paz, y que había señalado que la mejor manera para combatir contra los altos costos de las campañas, contra la politiquería, contra el personalismo en los partidos, era la conformación de las listas cerradas”, manifestó la representante Juanita Goebertus, a Caracol Radio.

De acuerdo con Semana, la última opción para revivir las listas cerradas se daría este viernes cuando se someta a conciliación el documento de la reforma política en el senado y la Cámara.

Estas son otras reacciones sobre el desplome de este punto en la reforma política: