Pocas horas después de su arribo a Colombia, un juez decidió este domingo por la noche enviar a la cárcel a Margareth Lizeth Chacón Zúñiga, acusada de participar en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ejecutado en Barú, jurisdicción de Cartagena, en mayo pasado.

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Chacón Zúñiga había sido capturada en El Salvador y las autoridades de ese país optaron por expulsarla. Hasta allá fueron unidades de la Interpol Colombia para trasladarla a Bogotá, en donde compareció ante un juez, acusada por la Fiscalía de ser clave en el asesinato de Pecci.

Según el ente acusador, entre otras cosas, Chacón Zúñiga habría tenido expresiones como “‘¿Cuándo está lista la vuelta?, ¿Qué pasó con la vuelta?’”, por lo que fue traída a Colombia”.

Estas manifestaciones las habría hecho frente a los hermanos Pérez Hoyos y a Francisco Luis Correa Galeano, el señalado articulador de los autores materiales del asesinato, actualmente privado de la libertad y acusado.

Para la Fiscalía, la mujer se habría concertado con su esposo y cuñado, Andrés Felipe y Ramón Emilio Pérez Hoyos, respectivamente, para planear y definir aspectos determinantes en la logística y financiación del crimen del fiscal de Paraguay.

“Abundante material de prueba y evidencia técnica dan cuenta de que Chacón Zúñiga, al parecer, dispuso de una camioneta de su propiedad para asistir a varias reuniones en Medellín y Cartagena, en las que se ultimaron detalles para ejecutar el asesinato”, dice la Fiscalía en un comunicado.

De igual manera, se estableció que una camioneta de su propiedad también habría sido usado como ‘caja fuerte’ para trasladar de una ciudad a otra el arma de fuego utilizada para perpetrar el homicidio y el dinero para cubrir los gastos del todo el entramado criminal.

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“Este vehículo sirvió de caja fuerte para transportar el dinero, transportar armas de fuego y ponerlas en dónde: en Cartagena. Si usted no prestaba su vehículo automotor que hoy es objeto de decomiso, no podrían llegar esas personas [los sicarios] a Cartagena”, dijo el fiscal durante la audiencia de legalización de la captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento en centro carcelario.

La investigación permitió conocer que el 8 de mayo de 2022, en un encuentro desarrollado en un restaurante de Cartagena, Chacón Zúñiga presuntamente insistió para que el asesinato se ejecutara, y explicó que tenían que actuar rápido porque el plan vacacional del fiscal Pecci y de su esposa estaba próximo a terminar.

En ese sentido, un fiscal delegado ante tribunal, con asignación especial para el caso del fiscal Pecci, imputó a Chacón Zúñiga los delitos de homicidio agravado; y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

La procesada no aceptó los cargos y deberá enfrentar el proceso cumpliendo medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario.