En las últimas horas, fueron capturadas 328 personas que pertenecerían a diferentes eslabones de las organizaciones que distribuyen estupefacientes en los alrededores de colegios y universidades en el país.

Captura por microtráfico

Artículo relacionado

Las ‘narcohamburguesas’: así es como jíbaros venden droga y la camuflan en comida

Alias ‘James’, según la Fiscalía, es el presunto cabecilla de la organización encargado de almacenar y comercializar marihuana, cocaína y drogas sintéticas, muchas de ellas hechas con medicamentos utilizados para trastornos psiquiátricos o tratamientos veterinarios, que vendía a estudiantes de las universidades aledañas como la Universidad de los Andes; y precisamente fue capturado en una miscelánea cercana a esta institución.

Sin embargo, al informar sobre la captura el Fiscal Néstor Humberto Martínez también señaló que este hombre es el interlocutor de Ricardo Andrés Carvajal, investigado por su presunta relación con el atentado terrorista a la Escuela General Santander, indicó Caracol Radio.

Es decir, que alias ‘James’ sería la persona a la que Carvajal le dice que cometió la acción terrorista del Eln con el carro bomba y por eso se está escondiendo.

Ricardo Carvajal Salgar

Artículo relacionado

Se conoce audio completo de la llamada en la que Ricardo Carvajal confiesa atentado

En ese momento, la Fiscalía dijo que había interceptado esa llamada porque precisamente estaba haciéndole seguimientos a ‘James’ y su banda de microtráfico.

Por otro lado, la organización criminal de este delincuente les vendía a personas recomendadas por consumidores habituales –en establecimientos de comercio, como papelerías y cafés internet– y mediante entregas a domicilio, la modalidad más recurrente de esta organización delincuencial.

El CTI llegó hasta el lugar donde almacenaba y distribuía las drogas y constató que utilizaban como camuflaje productos legales como envolturas o filtros saborizados para tabaco, en los que ocultaban cigarrillos de marihuana. De esta forma, alteraban el contenido real y usaban un método de engaño con el que intentaban evadir los controles de las autoridades e inducían con mayor facilidad a los jóvenes al consumo.

Asimismo, los agentes encubiertos detectaron que las drogas eran ofrecidas y sus ventas concretadas a través de WhatsApp o llamadas telefónicas a grupos muy cerrados de estudiantes o consumidores referidos por ‘clientes’ de esta red delincuencial. En ese sentido, la labor de infiltración tardó casi 8 meses hasta que los funcionarios ganaron la confianza de alias James.

El mismo cabecilla de la estructura era el encargado de cerrar las negociaciones ilícitas cuando las entregas se hacían en el establecimiento comercial en el que trabajaba, y sus cómplices hacían domicilios hasta los inmuebles arrendados por los estudiantes en el centro de Bogotá.

Junto a ‘James’ fueron detenidos Olga Lucía Pino Peñaloza, su compañera sentimental; Didier Javier Loaiza Parada, considerado como el socio de confianza; y Fidel Vanegas Bravo, alias Don Mario.