Estas personas —3 mujeres y 7 hombres— son trabajadores, vendedores y compradores de la Corporación que ingerían bebidas embriagantes con música a alto volumen dentro de la bodega, según contó el coronel Guillen Alexánder Amaya, comandante operativo de la Policía de Bogotá:

“Ante unas quejas de la misma ciudadanía y de las bodegas cercanas, nos manifiestan ruido, permanente alboroto y música alta. Vamos a hacer una inspección visual y al realizarla se observa que dentro de una bodega se encuentra un grupo de personas encerradas”.

Los uniformados llegaron al sitio, golpearon repetidas ocasiones, pero ante la negativa de abrir la reja, tuvieron que ingresar a la fuerza, informó la autoridad.

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Mientras tanto, los rumberos, que no acataban la medida de aislamiento obligatoria, al verse sorprendidos intentaron escapar del sitio, confirmó el oficial:

“Al ingresar, ya que es una unidad de economía mixta, las personas huyen por los techos, por las puertas y rompen algunos vidrios. De inmediato, se hace un plan candado dentro de Corabastos y se logra la captura de las 10 personas”.

Durante la captura y la imposición de comparendos, agrega la Policía, estas personas amenazaron y agredieron a los agentes que hacían el procedimiento.

Por lo anterior, cada uno de los infractores recibió un comparendo por un valor de 936.320 pesos; además, fueron dejados a disposición de la Fiscalía de la URI de Kennedy y podrían enfrentarse a procesos carcelarios.

“Si bien hay medidas preventivas y disuasivas de comparendos, si las personas continúan en su terquedad de violar la reglamentación, ya se va a pasar a otro nivel de medidas jurídicas y penales”, añadió el coronel Amaya.

Finalmente, invitó a la ciudadanía a que “respeten las medidas de cuarentena y aislamiento. Esto no es un juego, es la salud de cada uno de ustedes”.