El caos estaba por llegar. Eran cerca de las 10:00 de la mañana del martes. La docente Luz dictaba clase de español en primero de la escuela José Antonio Galán, de La Dorada. “De repente escuché un ruido muy fuerte”. La escena puso a correr a todos: “se había caído un ventilador encima de dos estudiantes”.

La satélite Galán, en el barrio Santa Lucía cerca del cementerio, queda a 10 cuadras de la sede principal de la Institución Educativa Nuestra Señora del Carmen, a la cual está adscrita.

La profesora reaccionó. “Inmediatamente los auxilié, el niño con un golpe en su cabeza y la niña con una herida en la parte de atrás de su cabeza”.

La escuela cuenta con 65 ventiladores, repartidos de a 4 o 5 en cada uno de los 10 salones, además en la sala de sistemas y en otros espacios. En total en el colegio El Carmen, incluidas sus sedes, funcionan alrededor de 400.

Otras maestras y el coordinador le colaboraron a Luz con llamar una ambulancia y a los padres de los alumnos. En pocos minutos, ella iba con sus alumnos rumbo al hospital.

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En otro lado del puerto caldense estaba el papá de la alumna. “Me alistaba para recogerla en la escuela. De pronto, me llamaron y me dijeron que fuera a urgencias que la niña había tenido un percance. Me asusté mucho porque no me dijeron si era grave o no”.

En Colombia la compra de ventiladores y su mantenimiento, como el de otros equipos e inversiones, están a cargo de los colegios. Lo hacen con parte de la plata que les llega del Gobierno nacional, por medio del Sistema General de Participaciones, como compensación al no cobro de la matrícula.

En el hospital hubo un parte de tranquilidad sobre el estado de los pacientes.

“Allí fueron atendidos y les hicieron los exámenes, dando gracias a Dios que salieron bien”, comentó la profesora.

El padre dice que ha sido una historia llena de contradicciones. Que no entiende como una hélice de un ventilador lastimó a su hija en plena clase. Quedó muy asustado al ver la lesión, cuyo tamaño compara con una moneda de $ 200. Y le preocupó más la profundidad porque, dijo, se le veía el cráneo, justo detrás de la oreja.

Yanneth Rocío Plata, rectora de la Institución Educativa, expresó que acompañó a los afectados hasta el centro asistencial, después arribaron el padre de la niña y la abuela del niño.

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El señor añadió que ha visto declaraciones del colegio y de la Alcaldía. “Se lavan las manos con la situación. Unos dicen que al ventilador le hicieron mantenimiento hace una semana, que se lo hacen cada mes y que la última vez fue en diciembre. Que la Alcaldía le dio la plata al colegio para los ventiladores y su mantenimiento”.

La rectora explica: “La Secretaría de Salud del municipio les brindó apoyo psicológico. A la niña, aporreada con una aleta, le cogieron puntos por la herida. El pequeño no tenía herida”.

Agrega, que a pesar de que les dieron salida, ella prefirió solicitar un Tac (tomografía computarizada para diagnóstico por imágenes). “Al final se hizo el Tac, de manera particular, para descartar posibles lesiones. Por fortuna, salieron bien”.

El ventilador averiado lo cambiaron y los alumnos volvieron al salón. En cambio, los niños lesionados siguen incapacitados. “En las pruebas en el Hospital salió bien. Tengo temor es porque la niña sigue con dolores de cabeza y mareos”, concluyó el papá.

Respuestas de las autoridades e implicados

La Alcaldía

“Hacemos acompañamiento a la menor afectada con el accidente del ventilador en la escuela. Se insta a las directivas de la Institución Educativa a verificar las condiciones de sus instalaciones para evitar nuevos hechos que afecten a los menores”.

La profesora

“Es de aclarar que antes de lo sucedido no se notaban fallas ni ruidos en los ventiladores, ya que en caso de algo, debemos comunicarle de inmediato a la rectora”.

La rectora

“El mantenimiento que se les debe hacer a esos equipos corresponde a cada colegio. No fue por falta de mantenimiento. En diciembre, cuando terminaron las clases, se les hizo mantenimiento a todos. Los bajaron, engrasaron, limpiaron y los instalaron con un pin. Eso se hace cada seis meses”.

“El ventilador no estaba fallando. Cuando empiezan a sonar los coordinadores informan. Tenemos un señor contratado por todo el año para atender requerimientos. Él va, revisa y se cambia, este ventilador no dio ningún indicio”.

“Parece que el pin se recalienta, aquí las temperaturas son muy altas y están prendidos de 6:30 a. m. a 12:30 y a veces hasta la 1:00 p. m. El pasador de pronto tuvo un desgaste, se partió por desgaste, uno no piensa que pueda pasar eso”.

“De todas maneras, esta escuela necesita una intervención de la Alcaldía y de la Gobernación de Caldas porque sus paredes están llenas de grietas. Por eso, la he postulado ante el Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa (FFIE).