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Iván Joya, un ciudadano de Bucaramanga, expresó públicamente su angustia tras la desaparición de su hija de 4 años, quien estaba bajo su custodia legal. La menor fue presuntamente raptada por su madre, quien perdió la patria potestad en una decisión judicial previa. El padre de familia denunció que ante el cese de actividades del ICBF la situación es más compleja.
Según informó Joya, la madre, residente en el municipio de Girón, tenía permitido visitar a la niña los fines de semana con la obligación de devolverla los lunes a las 4:00 p.m.; sin embargo, este lunes pasado no cumplió con el acuerdo, y Joya aseguró que al dirigirse a la vivienda de la mujer, encontró el lugar deshabitado y sin señales del paradero de su hija.
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Con desesperación, Joya acudió al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en busca de ayuda para denunciar la desaparición, pero se encontró con las puertas cerradas debido a un paro de trabajadores que afecta la atención al público en toda la región. Según el relato del padre, la única respuesta que recibió de los funcionarios fue un número telefónico, que según él, nadie responde.
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Ante la falta de respuestas en el Icbf, el hombre recurrió a la Policía Nacional, donde tampoco encontró una salida efectiva a su situación. Los oficiales, según explica, le indicaron que no tenían capacidad para intervenir directamente y le sugirieron comunicarse con la línea nacional de atención 141, aunque allí tampoco ha encontrado respuestas.
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Como último recurso, Joya intentó realizar la denuncia formal ante la Fiscalía, pero le informaron que debe esperar un lapso de 48 horas antes de que se registre oficialmente la desaparición, un plazo que el padre considera excesivo dada la gravedad de su caso. “Es inaceptable que no haya acciones rápidas para proteger los derechos de mi hija,” añadió el padre.
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