La alerta la lanzó la Defensoría del Pueblo luego de hacer un recorrido por el resguardo Jurubidá – Chorí – Alto Baudó y constatar la grave situación de salud de las comunidades indígenas.

Pero no es el único lugar, en las zonas cercanas “hay decenas de miembros del pueblo Embera que presentan síntomas característicos de malaria como sangrado, diarrea y vómito, sin que hayan sido atendidos adecuadamente”, señaló la entidad.

Los miembros de estas comunidades denunciaron que “no hay garantías al derecho a la salud con enfoque diferencial y étnico”, y además, el sistema de salud incumple sistemáticamente las estrategias de prevención.

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Según le dijeron los indígenas a la Defensoría, “las brigadas son esporádicas o no se quedan el tiempo necesario para brindar una atención adecuada y completa”. Tampoco “les entregan los medicamentos y se presentan dificultades para las remisiones a hospitales de segundo y tercer nivel”.

Es necesario que las autoridades tomen medidas urgentes para atender los padecimientos del pueblo embera. Si no se actúa podrían presentarse más muertes por enfermedades prevenibles. Para ello, es necesario atender inmediatamente los casos que ya fueron diagnosticados, garantizar su tratamiento y la entrega inmediata de los medicamentos.

Además, la Defensoría instó a las autoridades a “elaborar un estudio epidemiológico de las muertes presentadas, adelantar acciones de salud pública en las comunidades para enfrentar el actual brote de malaria y llevar a cabo campañas de prevención y promoción en salud para mitigar el riesgo (jornadas de capacitación, control de vectores, entrega de toldillos, entre otras)”.