El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
El Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis abrirá sus puertas durante la semana de receso escolar del 7 al 9 de octubre con la propuesta Vacaciones Científicas, pensada para niños de 5 a 12 años. Esta iniciativa busca integrar el juego y el aprendizaje, estimulando en los participantes una conciencia ambiental a través de actividades diseñadas por profesionales en educación ambiental. Los talleres ofrecidos tienen como propósito resaltar la conservación de la biodiversidad local y fortalecer el respeto hacia los recursos naturales, todo ello dentro de un contexto lúdico y educativo, según información del propio Jardín Botánico.
Al mismo tiempo, el Planetario de Bogotá también será escenario de actividades científicas para niños desde los 4 años. Allí se dictarán cursos vacacionales como “La vida en todas partes”, enfocado en biología, que invita a los participantes a descubrir la extraordinaria diversidad de la vida, desde los microorganismos hasta las especies que sobreviven en los ambientes más extremos de la Tierra. Además, el curso introductorio de astronomía enseñará a interpretar el cielo, reconocer estrellas y constelaciones, y comprender los fenómenos físicos que rigen el universo, todo adaptado a una audiencia infantil. Ambas instituciones combinan el juego y la experiencia directa como metodologías para acercar a los niños al conocimiento científico.
Según un informe del Instituto Nacional de Educación Ambiental de Estados Unidos, la exposición temprana de los niños a actividades científicas y medioambientales incrementa notablemente su compromiso con el entorno natural y su capacidad cognitiva. Estos programas, que integran la ciencia en espacios cotidianos y accesibles, ayudan a forjar actitudes responsables y duraderas hacia el ambiente. Además, potencian la capacidad de los niños para analizar, cuestionar y entender la realidad que los rodea.
Bogotá, como ciudad, cuenta con espacios y políticas públicas que favorecen el acceso a la cultura científica y la educación ambiental. El Planetario y el Jardín Botánico, gestionados por entidades oficiales como la Alcaldía de Bogotá, la Secretaría Distrital de Ambiente y el Instituto Distrital de las Artes (Idartes), han consolidado su papel como escenarios fundamentales en la formación de una ciudadanía ecológicamente consciente. Esta apuesta educativa refuerza el derecho a una educación diversa y de calidad para todos los niños de la capital.




El impacto de estas iniciativas se extiende más allá de los momentos de juego o aprendizaje: estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) señalan que los niños que participan en actividades ligadas a la biodiversidad se convierten en agentes multiplicadores del cambio y adoptan prácticas sostenibles en sus hogares y comunidades. Esta articulación entre ciencia, educación y espacio público evidencia que Bogotá avanza en la construcción de una cultura científica activa y una ciudadanía informada y participativa ante los retos ambientales actuales.
¿Qué actividades específicas pueden esperar los niños en las Vacaciones Científicas?
Las vacaciones científicas que organiza el Jardín Botánico de Bogotá incluyen actividades lúdicas y educativas lideradas por personal especializado en educación ambiental. Estas actividades se centran en el reconocimiento de la biodiversidad del entorno, la promoción del respeto por los recursos naturales y el estímulo de la curiosidad científica a través de juegos y dinámicas adaptadas a distintas edades. De esta manera, los niños participan de forma interactiva y significativa, experimentando el aprendizaje en contacto con la naturaleza local y generando conciencia sobre su importancia.
¿Por qué es importante la pedagogía ambiental en la infancia?
La pedagogía ambiental en la infancia es fundamental porque fomenta desde edades tempranas la creación de valores y actitudes responsables hacia el medio ambiente, tal como señalan diversos estudios citados en los informes del Instituto Nacional de Educación Ambiental y la UNESCO. Exponer a los niños a experiencias científicas y ambientales permite desarrollar capacidades cognitivas esenciales, incentiva la curiosidad y fomenta la toma de decisiones conscientes, contribuyendo a la formación de futuros ciudadanos comprometidos con la protección del planeta y la sostenibilidad social y ecológica.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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