El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La Secretaría de Educación de Bogotá y la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE), que integra a más de 9.000 docentes, finalizaron un periodo de asamblea permanente el 19 de septiembre de 2025 tras un acuerdo que puso fin a semanas de tensión. El conflicto se originó por los descuentos salariales aplicados a profesores que participaron en manifestaciones durante el horario escolar desde julio, una medida que la Secretaría justificó con el argumento de incumplimiento de acuerdos previos por parte del sindicato, según reportó El Espectador. La situación reflejaba el difícil equilibrio entre proteger el derecho de los estudiantes a la educación continua y defender el derecho a la protesta de los educadores.
Ambas partes habían pactado en mayo que toda actividad de protesta sindical se desarrollaría fuera del horario de clase, a fin de salvaguardar el derecho fundamental a la educación. Sin embargo, el paro nacional del 11 de junio, que se convocó en respaldo a una reforma laboral y a la consulta popular, marcó una ruptura. En esa jornada, numerosos docentes participaron en movilizaciones durante el tiempo lectivo, argumentando la defensa de derechos laborales y sociales. Esta decisión condujo al inicio de los descuentos salariales y una intensificación del desencuentro.
El acuerdo alcanzado en septiembre reconoce expresamente como prioridad los derechos de la infancia y la juventud, e incluye la restitución de los descuentos practicados por la participación en protestas entre marzo y julio. Asimismo, establece la reposición del tiempo escolar no impartido, con el objetivo de reducir el daño pedagógico causado a los estudiantes. La secretaria Isabel Segovia expresó públicamente su conformidad con estos términos, destacando la importancia del reconocimiento mutuo para restituir la confianza y mejorar la gobernabilidad educativa urbana, de acuerdo con El Espectador.
Este episodio no es aislado; según investigaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las disputas entre autoridades educativas y gremios docentes en América Latina responden a conflictos estructurales. La sindicalización y las protestas por mejores condiciones laborales se presentan con frecuencia en la región, donde los sistemas educativos enfrentan crisis por insuficiencia de inversión y falta de reformas profundas. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reveló en 2023 que más del 70% de los docentes urbanos en Colombia padecen estrés laboral y perciben insatisfacción ante sus salarios, elementos que tensionan su relación con las administraciones educativas.




Entidades como la UNESCO y Educación Internacional han insistido en que la gestión de conflictos en el sector educativo debe armonizar el respeto a los derechos laborales y la garantía de una educación de calidad. Recomiendan el diálogo y la negociación constante como vías preferentes para resolver disputas, con el fin de evitar impactos negativos sobre los estudiantes. Desde la perspectiva de la Fundación Friedrich Ebert, la experiencia de Bogotá constituye un ejemplo relevante de cómo la mediación y el fortalecimiento del diálogo social pueden contribuir a la estabilidad institucional y al avance educativo, especialmente en ciudades con alta concentración de población estudiantil. Así, la resolución de este caso podría servir de referencia para nuevas políticas públicas en el país y la región.
¿Por qué se considera importante la reposición del tiempo escolar tras las protestas docentes?
Recuperar el tiempo perdido busca reducir al mínimo el impacto pedagógico para los estudiantes, quienes suelen resultar más afectados en situaciones de paro o protestas que interrumpen las clases habituales. De acuerdo con reportes de El Espectador y otros estudios citados, la reposición es una medida que equilibra el derecho a la protesta de los docentes con la necesidad de garantizar continuidad en el proceso formativo de niñas, niños y adolescentes.
Adoptar este tipo de medidas también permite reconstruir la confianza entre los distintos actores del sector educativo. La solución negociada demuestra que es posible atender reclamos legítimos de los docentes mientras se protege el interés superior de los estudiantes, integrando compromisos de ambos lados con el propósito de salvaguardar la educación pública.
¿Qué implica la sindicalización docente y por qué es relevante en el contexto colombiano?
La sindicalización hace referencia a la agrupación de trabajadores en organizaciones que buscan la defensa y promoción de sus derechos laborales, en este caso, los docentes. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, la existencia de sindicatos como la ADE tiene un papel fundamental en el escenario colombiano, dado que los conflictos por condiciones laborales y salarios suelen encontrarse en el centro de las discusiones entre los gremios y las autoridades.
La capacidad de los sindicatos para negociar y representar colectivamente a quienes integran el magisterio permite que los reclamos sean canalizados de manera organizada. En el contexto colombiano, donde las condiciones laborales son un problema recurrente, este tipo de representación se vuelve fundamental no solo para la defensa de los intereses docentes sino también para la protección del derecho a la educación en escenarios de crisis.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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