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Redactor     Jul 20, 2024 - 1:49 pm

Pocas horas después de que se conociera la muerte de Catalina Gutiérrez, una médica residente de cirugía de la facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, cientos de usuarios y estudiantes relataron sus testimonios, a través de redes sociales, y dieron a conocer situaciones similares de lo que sería maltrato por parte de mandos superiores que trabajan en estas especialidades.

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Y es que María Rey Salamanca, una supuesta médica que habría pasado por la misma residencia de cirugía en la que se encontraba Gutiérrez, hizo viral su relato, afirmando que vivió duros maltratos psicológicos y llegó a desarrollar serios problemas de salud mental gracias a lo que habría vivido en este lugar.

Según Salamanca, quien habría estado en esta residencia entre 2019 y 2020, explicó que vivía un ambiente hostil en este lugar, pues, afirma, recibía duros comentarios de docentes. De hecho, recuerda que, al ingresar a este lugar, uno de los primeros comentarios que recibió fue, justamente, el de advertencia:

“Una de nuestras docentes dijo: ‘es muy posible que se depriman, por favor hablen a tiempo’. Hoy entiendo que en ningún sitio, en ningún programa, en ningún idioma eso es una charla de bienvenida; es una charla de advertencia”, dijo Salamanca.

Para la mujer era normal hacer turnos de entre 18 y 20 horas diarias, con meses “en los que no había descanso” y una presión constante para rendir con sus actividades, aislándose de familiares y ocupando “el 99 por ciento de su tiempo” en temas relativos a esta residencia.

“Era normal tener horarios de 20 horas, no comer, no ir al baño, no compartir tiempo con familiares y ni mencionar tener espacios de ocio”, dijo la presunta médica en redes sociales.

Salamanca, en su testimonio, también relató comentarios misóginos y machistas entre sus mismos superiores que solían tomarse como burlas o chistes contra algunos estudiantes, y castigos por detalles como no memorizar nombres de algunos pacientes.

“Recuerdo comentarios de mis docentes tales como ‘María no estudió por lavarle los calzoncillos al marido’ o ‘déjenle esa tarea a María que ella es ama de casa'”, explicó.

Los superiores, pese a los esfuerzos de quienes se encontraban en etapa de aprendizaje, afirma la mujer, gritaban a los residentes por supuestos malos procedimientos y los regañaban frente a los mismos pacientes.

“Mi docente me gritó durante todo el procedimiento que no estaba haciendo las cosas bien (a pesar de estar haciendo el procedimiento según la evidencia y de que el desenlace fue exitoso) y decidió salir corriendo de la sala en la mitad del procedimiento, dejándome a mi (persona en formación) sola con mi instrumentadora”, añadió.

Este cúmulo de ataques, críticas, horas extra y regaños injustificados, expuestos por la mujer, conllevaron a que presentara un fuerte episodio depresivo, pocos meses después de haber iniciado su residencia:

“A los 6 meses de mi residencia tuve un episodio depresivo y recibí medicación, tal como había advertido mi docente el primer día”, complementó la testigo.

El relato completo de la doctora fue publicado en redes sociales, y puede leerse a través del siguiente trino:

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