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El Mes del Patrimonio 2025 en Bogotá se presenta como una celebración que va más allá del simple recordatorio histórico, al concebir el patrimonio cultural como un componente activo de la identidad local. Esta conmemoración, impulsada por la Alcaldía Mayor de Bogotá, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) y la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, adopta el lema "Raíces que nos conectan" y ofrece un abanico de más de 30 actividades gratuitas. Talleres, exposiciones, cátedras y recorridos urbanos y rurales están dirigidos a públicos de todas las edades con el objetivo de propiciar la reflexión, la apropiación y la protección del patrimonio cultural de la ciudad, según lo comunicado por el IDPC.
En palabras de Santiago Trujillo, secretario de Cultura de Bogotá, el enfoque de esta edición reside en concebir el patrimonio no solo como monumentos estáticos, sino como una construcción social nutrida por la memoria colectiva y las tradiciones cotidianas. Esto significa incluir tanto los hallazgos arqueológicos como oficios y conocimientos transmitidos de generación en generación, así como expresiones urbanas contemporáneas, prácticas creativas y juegos locales, todo ello documentado en la experiencia cotidiana bogotana. Así, se amplía la visión del patrimonio para resaltar su papel en forjar identidad ciudadana, abarcando tanto lo rural como lo urbano.
Este abordaje coincide con tendencias internacionales, especialmente las promovidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que desde 2003 reconoce el valor del patrimonio cultural inmaterial a través de la Convención para su Salvaguardia. A este respecto, expertos citados en informes de la UNESCO y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) resaltan el aporte de la cultura al desarrollo sostenible de ciudades e inclusión social, algo que Bogotá adopta intencionadamente, alineando su Mes del Patrimonio con estándares y buenas prácticas globales.
La dimensión pedagógica y social es central en la programación. Como lo explica Diego Parra, director del IDPC, el evento invita no solo al reconocimiento visual del patrimonio, sino al involucramiento activo y colectivo. Dirigido especialmente a las generaciones jóvenes, el Mes del Patrimonio aprovecha herramientas lúdicas, artísticas y digitales para incentivar la educación patrimonial, apoyándose en estrategias participativas destacadas por la Red de Educación Patrimonial de América Latina y el Caribe. Estas prácticas buscan cultivar sentido de pertenencia mediante la experiencia y la interacción directa con los patrimonios vivos de la ciudad.




No se trata únicamente de conservar bienes tangibles, sino de promover la participación activa en procesos como la adopción y el cuidado comunitario de monumentos y espacios públicos. La estrategia sigue los lineamientos de organismos internacionales como el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y la International Coalition of Sites of Conscience, los cuales subrayan la importancia de la gestión comunitaria del patrimonio para la sostenibilidad y el empoderamiento ciudadano.
En última instancia, el Mes del Patrimonio de Bogotá mira hacia el futuro, vinculando memoria e innovación y preparándose para los desafíos y celebraciones venideros, como el quinto centenario de la ciudad. La convocatoria a redescubrir la diversidad cultural y las múltiples capas identitarias de Bogotá reflexiona sobre el patrimonio como un proceso dinámico, orientado a fortalecer el tejido social y a proyectar con orgullo la identidad urbana.
¿Qué significa patrimonio cultural inmaterial?
La noción de patrimonio cultural inmaterial hace referencia a las prácticas, expresiones, conocimientos y saberes transmitidos de generación en generación dentro de una comunidad, tal como lo define la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Este enfoque reconoce el valor de tradiciones, ritos, actividades festivas, técnicas artesanales y hábitos sociales que, aunque no sean materiales, cumplen un papel esencial en el fortalecimiento de la identidad y la cohesión social. La inclusión de esta perspectiva a nivel local y mundial busca proteger una riqueza cultural viva ante los retos actuales de globalización y urbanización.
Para Bogotá, incorporar el patrimonio inmaterial en el Mes del Patrimonio implica valorar la ciudad más allá de sus objetos y monumentos, permitiendo que nuevos relatos, oficios y celebraciones adquieran protagonismo. Este cambio de perspectiva proporciona una oportunidad para que los habitantes se identifiquen activamente con su entorno y participen en la valoración, revitalización y transmisión de sus tradiciones culturales.
¿Por qué es importante la participación comunitaria en la gestión patrimonial?
La participación comunitaria es fundamental porque permite que el cuidado, la recuperación y la apropiación del patrimonio no recaigan únicamente en instituciones o expertos, sino se nutran de la experiencia y el conocimiento local. Iniciativas como la adopción de monumentos y espacios públicos favorecen un sentido de pertenencia, responsabilidad compartida y valoración colectiva, promoviendo la sostenibilidad a largo plazo de las expresiones patrimoniales.
Distintas organizaciones internacionales, incluida la International Coalition of Sites of Conscience e ICOMOS, subrayan que los proyectos patrimoniales exitosos suelen articular la memoria histórica con la vida contemporánea de las comunidades. Así, la participación activa de los habitantes en la gestión y resignificación de su patrimonio fortalece los vínculos sociales y contribuye al desarrollo y bienestar colectivos.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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