
El Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá está en el ojo del huracán por la controversia que se desató respecto a la estadía de un joven de 18 años en la torre de control de la terminal, quien irresponsablemente ejecutó labores de un controlador aéreo con el consentimiento de quienes estaban de turno.
(Vea también: Dan razones que no cuadran con la versión del novio de la periodista que cayó de edificio en Bogotá)
La situación se presentó el pasado 21 de julio, cuando el adolescente identificado como Juan Diego Chavarro, hijo de un controlador aéreo llamado Carlos Andrés Chavarro —que trabaja en el Aeropuerto Internacional José María Córdoba—, ingresó a la torre de control de El Dorado sobre las 3:00 p. m.
Al parecer, el joven afirmó que su visita tenía como propósito conocer de cerca el trabajo de los controladores aéreos, dado su interés en formarse como aspirante al Curso Básico Control Aeródromo del Centro de Estudios Aeronáuticos (CEA), según compartió Caracol Radio.




Sin embargo, lo que parecía una visita educativa derivó en una grave infracción, ya que el joven no solo observó, sino que operó activamente el sistema de comunicaciones, dando instrucciones directas a las tripulaciones de múltiples aeronaves.
Detalles de la visita de un joven a la torre de control de El Dorado
Contrario a las versiones iniciales que sugerían una intervención breve de cinco minutos con solo tres aviones, Caracol Radio reveló que Juan Diego Chavarro interactuó con más de 20 vuelos, incluyendo aeronaves con matrícula estadounidense, lo que podría derivar en un conflicto con la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos.
Además, la cadena radial mencionó que la visita duró aproximadamente 50 minutos, tiempo en el que logró establecer contacto con más de una veintena de aeronaves.
Entre las comunicaciones registradas, se documentaron interacciones con un vuelo de Latam procedente de Barranquilla, al que indicó un cambio de frecuencia, y dos vuelos de Avianca, uno con destino a Popayán y otro a Argentina, a los que autorizó despegar, recogió la mencionada emisora.
Estas acciones, ejecutadas sin licencia, formación ni supervisión adecuada, representan una violación directa del Reglamento Aeronáutico Colombiano (RAC).
Aunque la irresponsable situación se presentó en un horario no considerado de alta congestión, explicó Caracol Radio, las acciones del joven pudieron poner en riesgo la seguridad aérea.
¿Qué medidas se tomaron por lo ocurrido en El Dorado?
La Aerocivil reaccionó rápidamente después de la viralización del video en el que quedó registrado todo. Mediante la Resolución 01923 del 25 de julio de 2025, se suspendieron temporalmente las licencias de dos controladores: Luis Antonio Díaz Díaz, titular de la frecuencia en ese momento, y Mauricio Ferrer Bravo, supervisor de la torre.
Acá, lo mencionado por la Aerocivil en su momento:
La @AerocivilCol reafirma su compromiso con la seguridad aérea, tras el incidente ocurrido el 21 de julio en la Torre de Control de @BOG_ELDORADO, donde personal no autorizado accedió al control del tráfico aéreo. Adelantamos las investigaciones correspondientes. pic.twitter.com/UL7FNBdLMr
— Aeronáutica Civil (@AerocivilCol) July 26, 2025
Además, se abrió una investigación disciplinaria contra cinco funcionarios presuntamente involucrados, incluido el padre del joven. La entidad también trasladó el caso a la Fiscalía General de la Nación para determinar posibles responsabilidades penales, como suplantación de funciones públicas.
El RAC establece sanciones claras para este tipo de conductas. De acuerdo con Caracol Radio, quienes ejerzan funciones aeronáuticas sin licencia o manipulen equipos de control sin autorización enfrentan multas de hasta 247 unidades de valor tributario, equivalentes a unos 12 millones de pesos.
Sin embargo, la gravedad del caso podría implicar consecuencias más severas, especialmente si se confirma la reincidencia, ya que la emisora reportó rumores de que Juan Diego Chavarro habría hecho acciones similares en el Aeropuerto José María Córdova, donde su padre trabaja, y que otra aspirante también habría tenido acceso indebido bajo circunstancias similares.
Este incidente, más allá de ser un hecho aislado, refleja la necesidad de reforzar la capacitación, la supervisión y los protocolos de acceso a áreas críticas en los aeropuertos colombianos. La seguridad aérea, como lo afirmó la Aerocivil, es un valor innegociable, y este caso debe servir como un punto de inflexión para garantizar que nunca más una persona no autorizada ponga en riesgo la vida de cientos de pasajeros.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO