Pese a que ya se supo que, al parecer, el crimen contra Fabián Humberto Bueno y su hija de 7 años fue llevado a cabo por su propio hijo, un menor de 14 años que aceptó los cargos por el asesinato de ambos parientes, aún quedan dudas que han despertado la curiosidad de los investigadores.
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Esto se debe a que, aunque el menor pudo haber acabado con la vida de sus dos familiares, se desconoce por qué el padre, quien era militar activo, más alto y más corpulento que el autor del crimen, no pudo defenderse de dicho asesinato.
Y es que, si bien algunos relatos afirman que se escuchó una discusión en la casa, lo cierto es que otras versiones explican que nunca se presentó algún ruido en dicha vivienda y que, de hecho, la familia involucrada en el asesinato nunca presentada conflictos al interior del hogar.
Lo anterior despertó sospechas de quienes hicieron el levantamiento y evaluaron la prueba del crimen, por lo que tomaron una muestra de lo que, para ellos, sería clave para indagar acerca de las circunstancias de esta muerte.
Pruebas de sangre serían claves para esclarecer el caso
Y es que la evidencia reina para saber qué fue lo que realmente sucedió en la noche del pasado lunes 29 de julio estaría en la sangre de las dos víctimas, pues una evaluación biológica de este fluido podría corroborar si los dos sujetos asesinados habrían ingerido alguna sustancia que pudo alterar sus sentidos.
De esta manera, lo que se busca descubrir con esta recolección y posterior análisis de la sangre que había en la escena del crimen es si las víctimas tomaron algún medicamento o sustancia alucinógena que pudo dejarlos indefensos frente a los ataques.
Hasta el momento se está a la espera de lo que arrojen los resultados y se avance con testimonios adicionales como el de la madre, quien llegó a casa luego del crimen y, afirman, logró huir de la escena con algunas heridas.
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