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Las autoridades lograron la detención de Andrés Felipe Palomino Guzmán, este lunes 17 de febrero en Bogotá. El hombre, de 27 años y oriundo de Ibagué, está acusado de haber atacado a mordiscos a su expareja y dejarla gravemente herida
El caso de la joven agredida a mordiscos presuntamente por su expareja ha dado un giro, pues el señalado quien se encontraba prófugo de la justicia, ha sido capturado este lunes 17 de febrero en las calles de Bogotá
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El violento episodio tuvo lugar el 19 de enero cuando Palomino, en estado de embriaguez, irrumpió en la vivienda de Paola Andrea Ospina Echeverry, madre de tres hijos.
En medio de una discusión, el agresor la atacó con mordiscos, arrancándole parte del labio superior y provocándole múltiples heridas en el rostro y el cuerpo. Además, utilizó fragmentos de botellas de vidrio para agredirla y, según testigos, intentó conseguir un cuchillo para continuar con la agresión, aunque no lo logró.
La víctima, madre de tres niños, tuvo que someterse a una cirugía reconstructiva y aún requiere al menos cinco intervenciones adicionales para tratar las graves lesiones sufridas.
La captura de Palomino se concretó gracias a la presión mediática y a la denuncia pública realizada por la víctima, quien pidió ayuda para dar con el paradero del agresor. Familiares de Paola Andrea han exigido que el caso no quede impune y que se haga justicia.
Asimismo, se conoció que el detenido cuenta con antecedentes de violencia contra otras mujeres, lo que revela un patrón de conducta agresiva.
Las autoridades han puesto a Palomino a disposición de la Fiscalía General de la Nación, donde se definirán los cargos en su contra.
Palomino Guzmán podría enfrentar cargos por violencia intrafamiliar agravada e intento de homicidio, aunque en un inicio se consideró la posibilidad de imputarle feminicidio agravado debido a la severidad del ataque.
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Familiares de Paola Andrea exigen que se haga justicia y que el agresor reciba una condena acorde a la magnitud del delito. También denunciaron que el hombre estaba bajo los efectos de sustancias psicoactivas y alcohol en el momento del ataque, lo que agrava aún más la situación.
Ahora, la expectativa se centra en la decisión de las autoridades y en garantizar que el caso no quede en la impunidad.
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