En comunicación con La Patria, una mujer natural de Pueblo Nuevo (Pensilvania) repitió una y otra vez su deseo: de que se haga justicia por la muerte de su hijo, Juan Camilo Sánchez Parra, en la localidad Ciudad Bolívar, de Bogotá.

A él lo asesinaron el 15 de mayo pasado, en un caso de intolerancia, en las afueras de un bar del barrio Lucero Bajo, en donde, en medio de una riña, Juan Camilo, de 22 años, recibió varias heridas con arma blanca, que lo dejaron en estado crítico. Horas después falleció en el Hospital de Meissen, por la gran cantidad de sangre que perdió.

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Pasados cinco meses del fallecimiento, su crimen sigue impune. Su familia pide celeridad en la actuación de la justicia y se declaran “abandonados por el sistema judicial”.

La mamá indicó que por pedir un favor se desató la tragedia. Su hijo departía con varios amigos y conocidos.

“Hay varias versiones de lo que pasó, hay gente que dice que fue por motivos pasionales y otra que fueron tipos en moto que llegaron a buscar a mi hijo, nada de eso es cierto”, expresó categórica. Sobre la primera, contó que al momento de su muerte esperaba un hijo. De hecho, su compañera dará a luz en próximas semanas.

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“A mi hijo lo mató el administrador de ese bar. Es un hecho, tenemos pruebas en video, se ve clarito quién fue el que atacó a mi hijo. Todo pasó porque unas muchachas le pidieron el favor al administrador del bar de que les prestara el baño, el tipo no aceptó y fue grosero. Mi hijo fue a exigirle respeto y entonces el tipo agredió a mi hijo, él respondió y ahí se armó la pelea. En el video, que es la pieza clave de la investigación, se ve cuando el tipo que empezó la pelea le pega dos puñaladas por la espalda a mi muchacho, luego se ve cuando cae al suelo y ahí le pegan otras dos en el pecho, en total estado de indefensión”, agregó la mujer.

Además de esas grabaciones, según ella, hay varios testimonios y todos coinciden: “Es más, hasta la Fiscalía sabe quién fue. Desde hace meses hay una orden de captura que no se ha hecho efectiva, no sé qué es lo que esperan, pero el tipo tuvo todo el tiempo para volarse”.

En Caldas

La vocera de la familia sostuvo que lo más reciente que se supo es que el señalado del homicidio se encontraba en Caldas, entre Samaná y Pensilvania, de donde es natural, resguardado por familiares. “Se enteró de que había una orden de captura en su contra y, obviamente, ni bobo que fuera, se voló“.

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