El vehículo fue reportado por vecinos del barrio Villa del Prado, ubicado en la localidad de Suba, norte de Bogotá.

Del taxi se bajaron corriendo todos los ocupantes y esto causó pánico entre los habitantes de la zona. La tensión en la capital es evidente después de que el sábado pasado fuera ejecutado un acto terrorista en el barrio Arborizadora Alta, sur de la capital, en el que fueron asesinados dos niños.

Tan pronto la comunidad reportó la situación irregular, el grupo antiexplosivos de la Policía llegó al lugar para establecer el grado de peligrosidad que pudiera revestir el taxi abandonado.

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El sector fue acordonado con el fin de garantizar la seguridad e integridad de los ciudadanos y para permitir que los expertos hicieran su trabajo.

Con el paso de los minutos, la expectativa era creciente no solo para las autoridades, sino para quienes observaban desde lejos el operativo.

Al final, las autoridades confirmaron que el vehículo no tenía explosivos, con lo cual respiró tranquila la ciudadanía. La capital también vio que la fuerza pública está lista para atender cualquier eventualidad, pero contando siempre con la colaboración de los bogotanos.