La temperatura en Bogotá está aumentando. Así lo revelan registros históricos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, que indican que en promedio se incrementó entre 1 y 2° C desde 1971, gran parte en las últimas dos décadas.

De seguir esta variación, producto del calentamiento global, para 2100 habrá aumentado entre 3 y 4° C, particularmente en localidades como Suba, Engativá, Kennedy y Bosa. Sin embargo, la temperatura no es la única preocupación.

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La ciudad y Cundinamarca atraviesan este año una de las temporadas de lluvias más intensas de las últimas décadas, con un aumento histórico de muertes por deslizamientos y desbordamientos de ríos.

El cambio climático, que parece un concepto abstracto, se empieza a evidenciar con mayor frecuencia con el incremento de las emergencias, eventos meteorológicos extremos y pérdida de biodiversidad, entre otros efectos, en Bogotá y en la región.

Más calor y más lluvias

El cambio climático, en su base, se reduce a la relación entre la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y el calentamiento atmosférico del planeta. Según la Secretaría de Ambiente, anualmente en Bogotá se emiten alrededor de 683 toneladas de GEI.

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De esta manera, las localidades con mayores emisiones son Kennedy, Fontibón, Ciudad Bolívar, Bosa y Usme, al suroccidente de la capital. Estas emisiones están relacionadas con la contaminación de vehículos, mal estado de las vías y actividades industriales. Esto último conlleva a cambios significativos en el clima, que trae consigo riesgos para la vida en la ciudad.