Así lo establecieron las autoridades tras casi un año de espiar a los seis encargados de ese tipo de operaciones que este jueves fueron enviados a la cárcel por concierto para delinquir con fines de terrorismo, tráfico de armas y tráfico de estupefacientes.

Según Noticias Caracol, todo comenzó con las revelaciones de alias ‘Alejandro’: un joven capturado en abril del año pasado tras comprobarse su cercanía con el abatido disidente ‘Rodrigo Cadete’ y sus actividades de infiltración de protestas en la capital.

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En el campamento donde ‘Cadete’ fue bombardeado, dice ese medio, se hallaron computadores y documentos en los que constaban los nombres e identidades de jóvenes entrenados en los campamentos de los grupos armados organizados residuales (Gaor) antes de enviarlos a Bogotá para conformar las células urbanas que tenían la misión de llevar a cabo acciones violentas y terroristas.

Su testimonio y los documentos permitieron que se hiciera seguimiento a los seis individuos judicializados esta semana. El primero que menciona ese medio sería el máximo jefe de los Gaor de las Farc en Bogotá, Jaime Hernando Olarte Torres, alias ‘la Abuela’ o ‘Vikingo’; un supuesto estudiante de antropología de una universidad pública entrenado y nombrado por el jefe disidente ‘Gentil Duarte’ como administrador de dineros para financiar desordenes y desmanes.

Otro más es Julio Martínez Tautiva, alias ‘Mechudo’, que se hacía pasar como periodista en Villavicencio, desde donde las redes socialaes de las disidencias y la publicidad de los frentes urbanos de Arauca, Cauca Putumayo y Caquetá, agrega el noticiero. Este sería el encargado de pagarle $ 50.000 a cada joven que aceptara encapucharse y generar desórdenes en las manifestaciones.

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Otros responsables del reclutamiento y formación de los nuevos milicianos serían Yeison Franco, alias ‘Franco’; David Ravelo Gutiérrez, alias ‘Frank´, y Yeiner Avendaño Bohórquez, alias ‘Yeiner’, prosigue el informe.

Sin embargo, el hombre claves para la desarticulación del grupo de disidentes sería Víctor Hugo Ruiz Herrera, alias ‘Simón’; a quien el medio identifica como exestudiante de ingeniería y licenciatura en química y dice que era adicto al licor. Además de su papel en materia de explosivos, fue a él al que una agente enamoró y consiguió infiltrarse en reuniones clandestinas, donde obtuvo material para identificarlos a todos.

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Caracol también menciona que los jóvenes reclutados eran entrenados con técnicas del Eln como la conformación de varias milicias urbanas de unos 5 miembros cada una, pero que no sabían las unas de las otras.