Los cuatro días de incendios en el cerro Quitasol, de Bello, dejaron sus graves consecuencias en el hábitat de este lugar, ya que se perdieron 16 hectáreas de flora y fauna en el principal cerro tutelar de este municipio.

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Así lo confirmó el director de Gestión del Riesgo, Wber Zapata, quien señaló que esta emergencia se presentó por cuenta de “personas mal intencionadas” que de manera arbitraria prendieron fuego a este epicentro natural.

“Este es un incendio de orden antrópico, generado por personas que van a quemar por quemar sin estimar el daño que están ocasionando”, manifestó el funcionario.

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La conflagración, que se presentó la semana pasada, fue controlada por 70 personas, entre Bomberos Bello, Defensa Civil, Alcaldía de Bello, Ejército, Guardabosques, entre otros organismos.

Esta nueva emergencia en el Quitasol revivió la necesidad de solicitar que este cerro sea una zona de área protegida para poder tomar decisiones administrativas contra los pirómanos que en cada tiempo seco lo incineran.

“Corantioquia debe sacar de manera urgente el plan de manejo ambiental para completar la declaración de área protegida. Sin ese plan es muy difícil tomar decisiones administrativas”, aseguró Zapata.

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Pero esta no es la única situación compleja que le ha tocado sortear a los bomberos por estos días, ya que los habitantes de calle, en lo que va de esta semana, han provocado cuatro incendios en las zonas aledañas a la estación Niquía del metro y el batallón Pedro Nel Ospina del Ejército.