Una revuelta en una estación de policía (CAI) en el municipio de Itagüí (Antioquia) pudo terminar en tragedia. El pasado domingo 19 de febrero, varios detenidos empezaron a quemar colchonetas dentro de las celdas como protesta por el hacinamiento y las condiciones deplorables en las que se encuentra, según señaló el defensor de los derechos de la población privada de la libertad, Jorge Carmona.

“La situación que se viene presentando en las estaciones de policía es el resultado del cruel e inhumano que se viene reportando en la ciudad de Medellín. Aquí la culpa, si se hablara de culpables, tendrían que ser muchas personas y entidades, ha habido un olvido estatal. Ya ajustamos diez largos años de haber comenzado el hacinamiento carcelario en estaciones de policía”, denunció Carmona.

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En la reacción de la policía hubo un enfrentamiento y el saldo final de la revuelta fue de un policía y un detenido lesionados, ambos fuera de peligro. Carmona recordó que esta es la segunda situación similar registrada en una de las celdas de esta estación de policía de Itagüí, la primera ocurrió hace tres años, en marzo pero del 2019, cuando 40 detenidos resultaron heridos tras incinerar elementos al interior de las celdas como protesta por el hacinamiento, esta vez el saldo pudo ser igual o peor pero por fortuna no dejó consecuencias graves.

Por estos días se debate entre la opinión pública la iniciativa del Gobierno Nacional de empezar a aplicar el modelo de justicia restaurativa en las cárceles del país, para humanizar el sistema carcelario y garantizar la verdadera resocialización. Ya en Antioquia está en marcha el acondicionamiento para el primer piloto en el país de este modelo de justicia. Será en Titiribí.

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Allí, las personas privadas de su libertad por delitos menores podrán acceder a permisos para salir de prisión para trabajar en diferentes oficios, al tiempo que adelantan acciones específicas para reparar a sus víctimas. En la tarde, luego de cumplir con estas dos obligaciones, volverán a la cárcel a dormir.

El Gobierno insiste en que es de esta manera, y no construyendo más cárceles, como se solucionará la crisis carcelaria que desbordó todos los límites desde hace años, ante la incapacidad del Estado para controlarla.